Entre muchos temas de diversa índole, planteo algunos seguramente no en orden de prioridad.

Uno. La lucha contra la inflación sigue al centro de las políticas económicas y en consecuencia el alza de las tasas de interés para enfrentarla (recordar que los mismos Bancos Centrales fueron culpables de lo sucedido). Han vuelto a subir en Suiza, Inglaterra y más, y en EE. UU. ya se anunció probablemente un par más de alzas hasta fin de año (llegando hacia 6 %), porque la tendencia inflacionaria es demasiado elevada, aunque ha bajado del 9 % al 3 o 4 %. Mucho aún.

Inflación en cinco primeros meses del 2023 llega a 0,49 % en Ecuador

Dos. Al mismo tiempo miran si los efectos en crecimiento no son demasiado negativos. En EE. UU. no parece suceder, pero en Europa sí hay una preocupación seria. Es la historia eterna de la lucha antiinflación: si los Bancos Centrales se “asustan” ante el freno de la economía, pierden credibilidad. Y también se teme que tasas de interés muy altas (no solo muy altas, sino que hayan subido tan rápidamente) afecten la estabilidad del sistema financiero porque no se equilibran pasivos y activos de corto y largo plazo, y además afecta la capacidad de pago de hogares, empresas y gobiernos que están excesivamente endeudados... por eso algunos proponen: no luchar demasiado contra la inflación porque es una buena manera de ir licuando (disminuyendo el valor real de) las deudas. Mala idea.

Tres. Ante esto, el dólar (“nuestra” moneda) se ha movido de manera incierta. Y el petróleo ha seguido bajando porque se teme un freno fuerte de la economía mundial (creo que se revertirá la tendencia).

El entorno geopolítico se torna más agresivo. Es cada vez más clara la alianza China/Rusia/Irán.

Cuatro. El entorno geopolítico se torna más agresivo. Es cada vez más clara la alianza China/Rusia/Irán. Es Occidente versus el autoritarismo y un trasfondo mucho más grave. En América Latina tienen como aliados a Cuba (sedienta de dólares) y Venezuela (sedienta de apoyo internacional y negocios turbios), y se mueven con holgura en Argentina, algunos centroamericanos y con el apoyo de Lula. Es una guerra fría de baja intensidad (¿lo es?), pero con potencialidades muy peligrosas.

Combatientes de Wagner se retiran de la región rusa de Voronezh, fronteriza con Ucrania

Cinco. El mundo sigue avanzando en esa vía tan errada que es apoyar económica y mentalmente todo lo que es energías renovables, y “despreciar” al petróleo. Grave error, porque las renovables no tienen ni la “potencia energética” ni la diversidad suficiente (el petróleo no solo es importante para y por la energía). Las empresas promocionan sus acciones en renovables, mientras disminuyen inversiones en petróleo y lo hacen con vergüenza de ser acusadas. Lo sensato es dejar que las mejores tecnologías (alta eficiencia energética y menor impacto) se desarrollen a base de estímulos de mercado y asumiendo todos sus costos. Son importantes los llamados de atención sobre los diversos daños negativos en el clima y otros campos, pero no pueden convertirse en malas políticas como está sucediendo.

Seis. Los avances tecnológicos siguen. El tema ahora es la inteligencia artificial. Ya tocaremos esto más a fondo, pero sí vale la pena preguntarse ¿qué es inteligencia? Lo que por ahora se hace es solo aplicar potente análisis estadístico utilizando muchísima información, ¿eso es inteligencia? ¿Y qué es artificial, si todo esto es desarrollado por seres humanos?... ¿Será tan malo?… Lo dudo. (O)