El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) tiene su antecedente en la creación, en 1928, de la Caja de Pensiones, con el fin de conceder beneficios de jubilación a los empleados públicos civiles y militares. En 1942 se expidió la Ley del Seguro Social Obligatorio. Y a partir de 1970 lo conocemos como Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, que hoy ofrece a los afiliados seguro de pensiones, seguro de salud, seguro de riesgos de trabajo y seguro social campesino.

No es un secreto que la situación financiera de la institución es preocupante y que lo más afectado es el seguro de pensiones, lo que pone en riesgo el pago de la jubilación, para quienes ya la reciben y para quienes esperan recibirla. El número de jubilados crece y el tiempo durante el cual recibirán el beneficio aumenta al mismo ritmo que la esperanza de vida, y el número de aportaciones no es suficiente. Mucho se ha hablado de la necesidad de encarar el problema y plantear soluciones. Esa tarea fue asumida por una comisión integrada por especialistas que tiene lista su propuesta.

Conocer que la posibilidad de cambios se acerca ha provocado temores y rumores, sin embargo, en lo que la comisión propone queda claro que no se plantea la posibilidad de privatización, no se aumenta la edad mínima de jubilación, no se incrementa el porcentaje de aporte, no se reducen los derechos de los actuales jubilados, ni de quienes están por jubilarse.

Pero sí serán necesarios algunos cambios, pues la comisión plantea que los problemas son estructurales y que no se solucionarán, solamente, con el pago de las deudas al IESS, ni con más afiliados, ni con mejor gestión, porque “su diseño es inconsistente con el envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida”.

Uno de los cambios propuestos se relaciona con la dirección y administración. Se propone la creación dentro del IESS de un directorio del IESS-Pensiones, independiente del actual Consejo Directivo, que se encargará del seguro de invalidez, vejez y muerte (IVM), de la cesantía y del seguro de desempleo. El Consejo Directivo actual se encargaría del seguro de salud y de riesgos de trabajo.

Probablemente, amigos lectores, estarán pensando que este artículo no ha tocado lo más importante, lo relacionado con el tema financiero y así es, porque creo que es una información que tendrá que explicarse muy claramente a la ciudadanía y, segundo, porque sugiero que nos sintamos invitados a conocer con total apertura la propuesta y opinar sobre ella sin preconceptos porque ningún cambio, por bueno que sea, logrará el objetivo sin la participación y aceptación ciudadana. Es indispensable que tengamos claro que no podemos tener algo diferente y nuevo si queremos conservar lo mismo que hemos tenido por años. Para eso, necesitamos serenidad y entender los principios básicos de la seguridad social: solidaridad, suficiencia, viabilidad, equidad y universalidad. El tema nos toca a todos, a unos porque estamos jubilados y a otros porque algún día lo estarán. (O)