El mayor problema que el presidente Daniel Noboa debe enfrentar inmediatamente es el de recursos para pagos y transferencias en el mes de diciembre del 2023, con requerimientos próximos a $ 2.000 millones, cuando la caja fiscal que recibió no llega al 10 % de ese monto.
La economía conlleva bandas de transmisión, a más de las remuneraciones y las pensiones jubilares, están las transferencias a otras entidades públicas y pagos a proveedores de bienes y servicios que están atrasados, donde –a su vez– hay recursos humanos que atender y pagos a sus propios proveedores.
Si el sector público no tiene capacidad de pago, el Ecuador podría llegar a ser caldera por explotar, de la que se aprovecharía la violencia delincuencial.
Por eso, parece lógico que se declare el estado de excepción –que debe ser sustentado, para que no se lo tumben en la Asamblea, en que lo político es muy decisorio, ni en la Corte Constitucional, no politizada, sí exigente– para las dos leyes urgentes en materia económica que anuncia, que sus textos están por conocerse, siendo que el solo hecho de que se estimen positivos, puede incidir para obtener recursos, para pagos y transferencias de diciembre del 2023.
Cuando menciono respeto me refiero a las palabras y a las actitudes y comportamientos que pueden llegar a ser de mayor ofensa que las palabras. Los abusivos del poder están más allá de las ideologías. Un abuso reciente. Daniel Ortega a los organizadores del concurso de Miss Nicaragua y a esta, coronada por Bukele, como Miss Universo, les prohíbe regresar a Nicaragua y se apropia de sus bienes, en el entorno de los conflictos en Centroamérica.
Las diferencias entre Noboa y su vicepresidenta, Verónica Abad, deben merecer decisiones oportunas. No sé si influirá en el presidente lo sucedido en el Perú, en que el partido marxista– leninista–mariateguista denominado Perú Libre, liderado por Vladimir Cerrón, candidatizó a la Presidencia a Pedro Castillo, maestro rural con liderazgo social, a la primera vicepresidencia a la abogada Dina Boluarte, de base de izquierda. Triunfaron en segunda vuelta por el antifujirismo en julio del 2021.
A la señora Boluarte la enviaron a intervenir en actividades internacionales. Problemas entre el presidente Castillo y la mayoría del Congreso, controlado por la derecha, llevaron a la ruptura y la señora Baluarte asumió la Presidencia –diciembre del 2022– para gobernar con la derecha. Castillo cayó preso, destino que ha sido también de otros presidentes en el Perú.
En campaña, Verónica Abad tuvo pronunciamientos y contactos internacionales, aparentemente no convenidos con Daniel Noboa. Días antes de la elección de Javier Milei en Argentina, le escribió a Victoria Villaruel, más fascista que libertaria extrema, su par de candidata: “Pronto nos veremos compartiendo el poder de nuestros pueblos”. ¿Se equivocó en ir al Mercado de Iñaquito con un discurso de que ese era el espacio que a ella correspondía? Lo demás, ya lo conocen los lectores, solo tendría oficina en Tel Aviv, para la paz entre Israel y Palestina, único encargo del presidente Noboa. (O)