El paro convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) lleva un mes y se ha concentrado en provincias de la Sierra norte, especialmente Imbabura. Sin embargo, su prolongación, pese a su limitación a una zona, termina igual afectando a todo el país, provocando pérdidas económicas y más división entre la población.
Hubo un intento de acercamiento entre el movimiento indígena de Imbabura y el Gobierno nacional, sin embargo, quedó truncado entre acusaciones mutuas de incumplimiento de lo acordado.
No hay a la vista un acercamiento entre las partes y surgen nuevas preocupaciones que hacen que se aumenten los pedidos a tender puentes para salir de este bloqueo. Respecto a esa problemática, varios de nuestros columnistas dan su opinión.
Luis Gallegos Chiriboga
“No hay una receta infalible a la solución de las hostilidades, pero ciertamente hay una que impide toda solución: la incapacidad de entendernos y encontrar alternativas mutuamente convenientes que superen las diferencias, que permitan conocer a cabalidad las causas raíz de las ataduras estructurales que subyacen en nuestra sociedad y que no nos permiten mirar al frente.
Los seres humanos somos complejos, más aún cuando partimos de vertientes intelectuales sumidas en la inquina y en una orgía de la polarización que impide conceptualizar soluciones y solamente encuentra obstáculos. El juego del poder de confrontación permanente nos convierte en sociedades pendencieras y destruye el respeto mutuo que es la verdadera razón del Estado nación de existir.
Estamos llevando nuestras incapacidades de razonar, dialogar y buscar acuerdos a los extremos. Cada uno en su esquina, cada uno más bravo que otro, aupados por los hinchas que piden “sangre en la arena”, vemos como años de esfuerzos y décadas de desarrollo desaparecen en las cenizas de contiendas estériles, pero lo que más preocupa es que usan toda artimaña para atacarnos entre ecuatorianos y hoy asistimos a una confrontación racial, regionalista con tintes de xenofobia y odio que provienen de ambos lados. Esto no podemos permitir que siga, ya que significaría la desintegración del Ecuador.
Si no pueden el Estado y las partes en conflicto comprender la gravedad del momento, es necesario acudir a terceros con experiencia y que aporten a que los bandos se entiendan antes de que mueran más compatriotas y se desintegre la nación en una espiral de violencia incontenible. La Iglesia católica ya ha manifestado que está dispuesta a brindar su apoyo para que retorne la paz y que podamos caminar todos los ecuatorianos por el mismo sendero." (O)
Gilda Macías Carmigniani
“Siempre es posible tender puentes para restablecer el diálogo entre grupos disímiles. No obstante, cruzar los puentes entraña caminar por senderos desconocidos y sinuosos que requieren retornos, pausas, avances, siendo clave el rol de los guías para decidirlo.
No hay relación que escape a las turbulentas identificaciones, mal entendidas a veces como solidarias de un lado u otro. Es conveniente ceder en algo y no masificar las reacciones para hilar las diferencias en un lazo social múltiple, nunca satisfactorio del todo.
El choque cultural de hace 500 años ha dejado restos inasimilables que producen síntomas sociales en el contexto del comunitarismo identitario, confundiendo el multiculturalismo con la exclusión. Ante la pluralidad de modos de autoridad, los liderazgos se debilitan.
En este interregno, los llamados a la mesura no siempre funcionan. Por ello implico a todos, a no quedarnos quietos ante los imperios diversos individuales. La democracia es una realidad incompleta que se sostiene en nuestra voluntad de vivirla. Nadie por sí solo la representa.
Otro tema es el vandalismo y la violencia al portador que busca llegar al poder a cualquier precio y que, en diferentes formas, conlleva una satisfacción en la pulsión de muerte, que seduce a ciertos grupos, anulando el intercambio responsable de las palabras y generando mayor sufrimiento. Eso exige un ¡basta! A veces las medidas son duras porque aparecen actores, expuestos y ocultos, que prefieren el abismo de los dioses oscuros, arrastrando a todos.
La democracia y el Estado de derecho permiten a los ciudadanos alzar la voz sin levantar la espada y llegar a acuerdos mínimos, rescatando algo de la antigua tradición de reciprocidad y complementariedad interétnica". (O)
Bloqueos viales en Imbabura este miércoles, 22 de octubre
Bloqueos viales en Pichincha y Cotopaxi este miércoles, 22 de octubre
Alfredo Saltos Guale
“La medidas compensatorias que aplica el Gobierno no satisfacen a los indígenas luego del impacto del precio no subsidiado del diésel, pienso que la zona donde persiste el conflicto, la provincia de Imbabura, ha logrado en los últimos años un significativo crecimiento agrícola y ganadero, las comunidades con sus líderes y buena parte de sus integrantes son aportantes a ese crecimiento, de allí que la política gubernamental, lejos de entregar compensaciones transitorias, que además no son generalizadas, debería más bien dictar medidas de carácter general que beneficien a todos los actores, como sería un plan para garantizar el pago del precio justo por las cosechas y productos de la ganadería y la cría de roedores andinos como el cuy. Debería estimular la formación de empresas florícolas con destino a la exportación, acompañándolos en la consecución de contratos de venta y con créditos productivos suficientes, luego que facilite el arreglo de préstamos vencidos con la banca pública y privada.
Debe concretar proyectos de riego a nivel de las comunidades y fincas, como elemento fundamental para sostener una agricultura y ganadería próspera en ese sector, uno de los más fértiles y ricos, con suelos de gran capacidad productiva, los mejores de la serranía ecuatoriana, con un clima benévolo propicio para el desarrollo agropecuario característico de los países de cuatro estaciones.
Debe anunciar y ejecutar políticas turísticas campesinas aprovechando las ventajas gastronómicas que le rodean, si así se hace estaría neutralizando la posición nociva de malos líderes que representan intereses políticos. Las dádivas son pasajeras, las políticas de beneficio son las perdurables, por ejemplo, compromisos firmes para exigir el pago del precio mínimo oficial para la leche y facilitar planes de su acopio para evitar intermediaciones nocivas en la comercialización de lácteos y demás productos alimenticios." (O)
Pedro X. Valverde Rivera
“Pienso que es momento de que el Gobierno tome el toro por los cuernos y resuelva el paro.
¿Cómo? Designar un equipo negociador de alto nivel y experimentado (que no hay nadie de ese perfil en el Gobierno) que tome bajo su responsabilidad llegar a un acuerdo integral que termine con este paro, que por su duración y radicalidad puede ser semilla de algo peor, que el país no necesita ni podría soportar.
Ese equipo no debe ser público, ni dar ruedas de prensa ni nada.
Buscar un acuerdo integral que únicamente debe ser aprobado por el presidente Noboa, y que no podrá contener impunidad, violación de la ley ni reversión de las decisiones legítimamente adoptadas por el Ejecutivo". (O)
Mauricio Gándara Gallegos
“Una primera observación al caso del problema que se ha creado, en parte, por la negativa del Gobierno al diálogo con la Conaie, es que se le ha dado a la palabra diálogo únicamente un sentido formal, en el que las partes empiezan con una suerte de discursos en los que radicalizan sus posiciones. Sería mejor emplear el sinónimo “conversación”. En el punto al que han llegado las cosas, de hostilidad, poco podrá adelantarse sin la participación de un mediador que acerque las posiciones de las partes en conflicto.
Por si fuera útil, quiero recordar que, luego de la caída del coronel Lucio Gutiérrez –quien se cayó exclusivamente por intentar reorganizar la Corte Suprema de Justicia-, le sustituyó el doctor Alfredo Palacio, quien me designó ministro de Gobierno y Policía (antes de esta división inconveniente de Gobierno y, aparte, de Interior). Como la caída del coronel Gutiérrez fue solamente por la reorganización de la Corte Suprema, sin descontento popular marcado, extendido, pues resulta que en varias provincias hubo mucha agitación: hubo 19 paros provinciales y uno cantonal; hubo mucha agitación, pero, con paciencia, se recuperó el orden y la administración recuperó su normalidad. Recuerdo que aparte de mis visitas a las provincias, logré que las administraciones provinciales concurrieran a Quito, al Rancho San Vicente, de la Policía, a conversar y acordar soluciones de mejora para cada una de ellas. Así ocurrió.
Sin conversaciones entre los actores del problema será muy difícil encontrar verdaderas soluciones de fondo, sin parches. Hay que excluir el orgullo, no buscar humillar a la otra parte". (O)
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