Al cierre de la semana, el bitcoin se cotizaba a $ 30.700, una caída del 25 % de su cotización en 30 días. Cierto es, los mercados de valores se desploman, sobre todo las acciones tecnológicas. Pero ese es el punto: en el mercado de valores, el bitcoin se comporta como empresa tecnológica y no como una moneda o el oro, que solía ser el patrón de respaldo de las monedas.

Cuando se compran acciones de Apple o Tesla hay un negocio, un activo que las respalda; la cotización del bitcoin es pura y simple especulación. Hace casi un año, en junio 7, el presidente salvadoreño, haciendo gala de su poder cuasidictatorial, adoptó al bitcoin como moneda de curso legal, junto con el dólar. Ese día el bitcoin se cotizó a $ 33.560.

En el mercado de valores, el bitcoin se comporta como empresa tecnológica y no como una moneda o el oro.

Tan pronto Bukele anunció su decisión, en esta columna (junio 13, 2021) advertimos que no era una decisión acertada, tanto porque el bitcoin oscila drásticamente en su valor como por su compleja utilización. ¡Imagínese comprar, vender, o recibir el sueldo en bitcoines! Una ruleta en que uno puede ganar exorbitantemente o perder la camisa.

Bukele realizó varias compras. En octubre 28, a $ 58.630. La más reciente fue el lunes pasado. Bloomberg estima que la inversión total de El Salvador en bitcoines ha perdido 28 % de su valor. Bukele tiene que estar tirándose de los cabellos, lo cual es difícil dado su corte casi a rape.

En cuanto a la complejidad, imagine que usted se olvida la clave de su cuenta bancaria. Recurre a su banco, probablemente por medios electrónicos, y la cambia. O que le roban sus datos y utilizan fraudulentamente su tarjeta. Puede reclamar y con frecuencia (no siempre), recuperar lo robado. Pero si usted tiene bitcoines y pierde su clave, pierde su inversión. No hay entidad financiera a la que reclamar, ni ente regulador al cual pedir protección. Hay grandes inversionistas que tenían claves muy complejas guardadas en un disco duro externo (para protegerse), el que sufrió un grave daño o extravió, y el inversionista perdió toda su fortuna.

Hay que diferenciar las criptomonedas de las transacciones virtuales con monedas emitidas por los Estados. China ya emite un renminbi digital de circulación restringida; es probable que en un futuro cercano lo haga EE. UU. con el dólar. Con ello se acentuaría más la dolarización informal de países con moneda blanda, como Colombia, Perú o México.

En los EE. UU. habría resistencia a un dólar digital por cuanto las autoridades tendrían total conocimiento de las transacciones realizadas. En ese país se recela que el Estado se inmiscuya en la vida privada, preocupación que no existe en China, país en que el Estado busca el poder absoluto.

¿Cuál es el futuro del bitcoin y las criptomonedas en general? No hay certeza sobre si las criptomonedas van a tener una muerte lenta, por desaliento de inversionistas que han perdido su capital, y ante la hostilidad de los bancos centrales y la emisión de monedas digitales. O si, por lo contrario, van a rebotar robustamente y con ello premiar a quienes compren a sus actuales cotizaciones deprimidas. O que el bitcoin no se recupere, pero sí lo hagan otras criptomonedas.

Que el Estado adopte el bitcoin es una locura, pero es una legítima opción de inversión para los privados, aunque solo para dinero que estén dispuestos a perder si todo sale mal. Como en el casino. (O)