En el centro de Ecuador se encuentra Ambato, capital de la provincia de Tungurahua. Aunque es conocida como la tierra de las flores y las frutas; también, es tierra de panes. Según el cronista de la ciudad, Dr. Pedro Reino Garcés, la multiplicidad de panes producidos y sus particularidades técnicas de elaboración pueden rastrearse desde la época colonial.

Localmente, la frase “a los tiempos pan de Pinllo” se emplea para festejar una buena noticia o celebrar el encuentro con una persona a la que se respeta y aprecia. Esa metáfora hace alusión al pan elaborado en San Bartolomé de Pinllo, que es una verdadera delicia gastronómica, producto de la combinación de ingredientes y métodos de elaboración que hacen de ese pan un manjar único, digno de las mesas nacionales e internacionales.

Pan de Pinllo, una tradición artesanal de zona ambateña

Pero ¿dónde queda Pinllo? A pocos minutos de Ambato y cerca de la parroquia Quisapincha (famosa por sus artesanías de cuero) está San Bartolomé de Pinllo. Los archivos históricos conservados por la diócesis de Ambato señalan que San Bartolomé de Pinllo es un poblado que se reconoce como parroquia (eclesiástica) desde el año 1753. Al parecer incluso en su fundación ya se asentaron panaderías que abastecían tanto al centro de la ciudad de Ambato como a las zonas indígenas.

¿Qué tan especial es el “pan de Pinllo?, si usted madruga como yo (en Pinllo), cada día podrá percibir un olor cautivador a masa dulce, leña y panela, que emana de varios hornos de barro y ladrillo que arden al calor de las brasas, provenientes de leña de árboles frutales. Las panaderías abundan, y sus dueños pueden narrar cómo los secretos de hacer el pan de Pinllo vienen desde hace varias generaciones.

La masa de un pan de Pinllo es elaborada con una mezcla particular, que incluye harina integral de trigo, grasa de cerdo, panela y a veces tienen rellenos de queso (en su versión tipo empanada). Junto a un pan de Pinllo, se sirve una taza de chocolate caliente. Luego de ingerir esa combinación, uno puede sentir que la vida es buena, que el nuevo día nos recibe con energía y alegría.

Tungurahua ofrece opciones de turismo comunitario

Así que la próxima vez que piense en vacaciones, le invito a venir a Ambato, a visitar Pinllo y preguntar por su pan; no se sorprenda que encuentre varias panaderías que digan “aquí el legítimo pan de Pinllo”, todas tienen su característica única, sus secretos coloniales y la pasión puesta por familias que mantienen costumbres históricas.

Si viene y se queda hasta el mediodía, se sorprenderá porque el mismo horno del que salen panes mágicos, se aprovecha para asar gallinas y por una módica suma de dinero, puede disfrutar de un día diferente, con un paisaje maravilloso, porque desde la colina de Pinllo es posible mirar de frente al volcán Tungurahua y contemplar la ciudad de Ambato en toda su extensión; se enterará de que la primera imprenta que tuvo nuestro territorio estuvo aquí y la gente de Pinllo le contará que Juan León Mera (también) era un amante de los panes; esto último no es posible verificar; pero seguro Juan León Mera estaría de acuerdo con que Ambato tiene panes deliciosos. (O)