Ecuador ha venido superando controles de residuos prohibidos que pudiesen aparecer en los bienes agrícolas que exporta, consolidándose como altamente confiable para alimentar al mundo, no solo observó los mínimos permitidos de trazas de pesticidas para los distintos mercados, aun de los más exigentes, sino que mejoró sus calificaciones de calidad que imponen rigurosos consumidores, lo cual sumado a las especiales características de su pródiga naturaleza que enriquece las virtudes de la producción agroalimentaria, se refleja en crecimiento de ingresos de divisas no petroleras.