La diferencia del sabio con el ignorante es que el sabio sabe que es ignorante, en cambio el ignorante no sabe que es ignorante. El sabio por naturaleza es humilde, el ignorante es prepotente.
Aristóteles dijo que la sabiduría no se centra en saber pensar sino en saber cómo vivir, mientras que Descartes la definió como el arte de juzgar correctamente para obrar correctamente.
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La filantropía y el amor a la vida
La sabiduría consistiría en el arte de conocer mejor las cosas y con esos conocimientos ponerse de acuerdo con el alma y buscar la armonía y los mejores caminos para conseguir lo que nos guste y lo que queremos y amamos, siempre que estén de acuerdo con la ética y la moral.
Los grandes sabios de la antigüedad por lo general eran grandes filósofos y me fui a investigar ¿qué era la filosofía? y me encuentro que es la ciencia que proviene de las raíces griegas Philos que significa amor y Sophia que significa sabiduría, siendo su definición amor a la sabiduría.
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Si usted une el amor, la sabiduría y el conocimiento ha encontrado el elixir de la felicidad, del éxito y el bienestar, el cual es nuestro propósito en esta bella vida. Epicuro decía que nunca es demasiado tarde para filosofar como nunca es demasiado tarde para ser feliz.
Recuerden siempre que la felicidad no depende de lo que nos falta sino en el esmerado empeño en disfrutar lo que tenemos. Las sociedades y las personas demasiado divertidas siempre se exponen más a que le sucedan cosas desagradables o a consentir vicios y adicciones, es mejor la paz y la tranquilidad de la casa, la buena música, el arte, el baile, evitando siempre el alcohol que siendo una droga siempre termina en algo desagradable. La filosofía y sabiduría cuando nos acompaña son como el piloto de una nave, siempre nos llevarán por el camino correcto.
Los antiguos sabios y filósofos eran renuentes a hablar porque les avergonzaba no llegar con los hechos a la altura de las palabras. Confucio, uno de los sabios más antiguos, decía que “no tengas amigos que no sean como tú” y Séneca decía “escoge una regla para vivir y ajusta a ella toda tu vida” y recuerda siempre que todo momento es un punto de la eternidad. (O)
Hugo Alexander Cajas Salvatierra, médico y comunicador social, Milagro