Continuamos suplicándole a los chinos préstamos en dinero, a sus bancos y a sus gobiernos, como lo hacía un sátrapa que antes nos gobernó, quien aceptaba sin restricción que los préstamos fuesen secretos para que no se conozcan las condiciones onerosas en las que nos concedían, las que comprometían nuestra producción petrolera por millones de barriles que debíamos entregar a lo largo de los años a intermediarios que ellos elegían, para que también esquilmen nuestra producción petrolera.
Cómo no van a seguir esquilmando nuestra economía si este Gobierno también acepta condiciones onerosas que nos imponen para prestarnos el dinero que mendigamos. Y se permite seguir la burla, como cuando ofrecen retirar los centenares de barcos de pesca cerca de nuestras aguas territoriales, cuando ya a fines de año cesa la época de pesca en los lugares que ellos la explotan. Hasta cuándo se abusa de nuestra debilidad. Pidamos sanción a organismos internacionales para que obliguen a respetar a naciones como la nuestra, o por lo menos se haga conciencia universal del abuso de ciertas naciones poderosas. (O)
Efraín Guillermo Vásquez Landívar, doctor en Jurisprudencia, Guayaquil