El libro Estallido en el que aparece como autor el señor Leonidas Iza contiene una afirmación sincera. Dice que no es un estudio académico sino un “material de combate”. Al leerlo me transportó a los años setenta, a la Escuela de Sociología, donde la compleja realidad social se describía a partir de los dogmas del marxismo-leninismo y del catecismo de Marta Harnecker. Pero eran tiempos de la guerra fría, del romanticismo, el sueño y la fantasía.

Sabemos que lo escrito por Marx, con la ayuda de Engels y luego desarrollada por Lenin, se refería a realidades del siglo XIX en Europa. Categorías teóricas que terminaron fallidas. De América Latina no tenían la más remota idea, ni de su “modo de producción”, salvo los ataques despiadados de Marx contra Simón Bolívar.

Pero el señor Iza se aventura a trasladar acá esas vetustas ideas, que hace un siglo se ensayaron en Rusia y se expandieron hacia Europa del Este y Asia, en la Segunda Guerra Mundial; regímenes que mutaron en feroces dictaduras, con élites corruptas, que colapsaron con la caída del muro de Berlín en 1989. Ahí, el señor Iza era un wawa kichwa de 7 años. No estará al tanto de dictadores comunistas como Stalin, Mao, Pol Pot, Ceausescu, Hoxha, etcétera, de la generación totalitaria gemela del nazismo y del fascismo.

En Estallido diseña desde el delirio y la enajenación ideológica, una caricatura de la sociedad ecuatoriana: solo opera la lucha de clases irreconciliables: la dominante y la dominada. El Estado es burgués e instrumento de quienes dominan, y la fuerza pública su aparato represivo. No hay democracia, solo elecciones y una “dictadura empresarial” o el “orden burgués”. La diversidad multicolor y el pluralismo no existen. Solo explotadores y explotados, lo blanco y lo negro, lo bueno y lo malo. La barbarie de la riqueza capitalista versus “el socialismo como alternativa civilizatoria”. En esta alucinación no hay matices ni grises. Desde la lejanía se aproxima el perfecto jardín comunista.

Sobre las ideas y pensamientos, las creencias y convicciones, la libertad de pensamiento y expresión, información y comunicación, son inventos de la burguesía. La ‘superestructura’ de la clase dominante. Los medios de comunicación son “aparatos ideológicos” de una clase dominante de “estirpe enferma y derrotada”.

En octubre atroz no existieron saqueos, secuestros, sabotajes, destrucción, fuego y violencia. Solo guerreros, héroes y perseguidos por los aparatos represivos. Octubre “Es una demostración palpable de que la clase trabajadora del campo y la ciudad pueden manejar el país, sin necesidad de sus explotadores”.

La lectura de Estallido es un viaje al pasado y un elogio a la violencia vandálica. Autores como Hobbes, Hegel, Marx, Engels, Lenin, Rosa Luxemburgo, Gramsci, Schmitt, Foucault, y otros, son traídos en un recorrido turbulento de ficción, rabia, rencor, resentimiento y revancha. No hay duda, el señor Iza está hechizado por el paraíso socialista. ¿En qué mundo vive el señor Iza? ¿Es marxista, marxólogo o marxiano? (O)