En las clases de Estadística en la Espol aprendimos que los eventos podían ser normales cuando siguen la tendencia o representan la mayoría, o anormales cuando no se comportan como la mayoría. Aprendimos también a solucionar problemas en condiciones ‘normales’, es decir, para aquellos valores que se dan con mayor frecuencia en un conjunto y que cuando se grafican forman una campana; aquellas situaciones y hechos ciertos en los que es fácil distinguir la causa del efecto y entenderlos para solucionarlos.

Según la Real Academia Española, normal (del latín normalis) significa aquello que sirve de norma o regla. Este concepto de normalidad ha sido la forma de comprender y modelar los fenómenos naturales, sociales y psicológicos que se comportan por el azar; sin embargo, el mundo del siglo XXI nos volvió a cero, lo que aprendimos en la universidad y lo que hemos venido haciendo ya no es ciento por ciento válido.

La Academia de Guerra de EE. UU. explica lo que nos está sucediendo y define un nuevo concepto de normalidad como VUCA, caracterizado por la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad, que responde al acrónimo inglés formado por los términos Volatility (V), Uncertatinty (U), Complexity (C) y Ambiguity (A).

El mundo VUCA como lo experimentamos hoy, desde la pandemia, pasando por el precio del petróleo, las disrupciones tecnológicas, el valor de los acciones y los bonos, hasta los fenómenos electorales, es volátil y veloz, lleno de factores y fuerzas difíciles de entender, realidades que no se alcanza a mirar con claridad. El mundo VUCA está rompiendo con los paradigmas de la estabilidad, el control, las decisiones, el presencialismo, etc. Son los eventos imprevisibles y no esperados que afectan de manera radical a todas las áreas de la vida personal, profesional, familiar, social, académica, religiosa y económica.

¿Qué podemos hacer? No abrumarnos, por más incómodo que nos parezca deberíamos empezar a aceptar el mundo VUCA como la nueva realidad y adoptar nuevos comportamientos que nos ayuden a superar las dudas y los miedos. Bob Johansen, CEO del Instituto para el Futuro, en su libro Los líderes hacen el futuro, propone abordar la volatilidad teniendo visiones claras de adónde queremos llegar, afrontar la incertidumbre buscando información relevante sobre el entorno e incorporando la formación y aprendizaje como forma de vida, combatir la complejidad aportando claridad, simplicidad y sencillez en la ejecución de tareas y acciones, y superar la ambigüedad con flexibilidad y agilidad, proponiendo diferentes alternativas sobre cómo abordar los problemas que se presenten y tomar decisiones creativas a la velocidad del rayo.

La nueva normalidad es desafiante, sus efectos tienen un alcance e impacto impredecibles. El pos-COVID-19 está afectando la convivencia, el rol de las empresas y los gobiernos, pero en la nueva normalidad VUCA este es tan solo un evento, quizás el ejemplo más cercano y representativo de lo que puede venir, con el que vamos a tener que hacer nuestra vida, resolver los problemas sociales, hacer negocios, crear riqueza y prosperar. (O)