En los momentos más difíciles del viaje podemos distinguir entre luces y sombras si mantenemos nuestra identidad de personas inteligentes y libres. No solo luces, no solo sombras en nosotros, en los otros y en la realidad que nos circunda.

Si en esta crisis nos detenemos a mirar a las personas humanas, en unas descubrimos rasgos claros de identidad humana; en otras, los rasgos de humanidad se han oscurecido tanto que hay que esforzarse para descubrir en ellas lo que hay o lo que queda de humanidad.

En un viaje no miramos por mirar; miramos para reorientarnos: en esta etapa dolorosa miramos a enfermeras que atienden a los afectados con un cuidado que linda en el respeto; no buscan otra recompensa que disminuir su dolor y, en lo posible, la recuperación de la salud. Tarea difícil, también, porque las reacciones del enfermo reflejan su disminución.

Miramos a los médicos que ponen a servicio de los enfermos su tiempo, su saber, su experiencia. ¿Miramos en la salud del enfermo, en la alegría de familiares y amigos el fruto de una conjunción de aportes? ¿Reconocemos que estos aportes han sido eficazmente posibles y eficaces, gracias a la organización del país en diversos niveles?

¿Se lograría el objetivo de curar al enfermo si enfermeras, médico, etcétera, actuaran por su cuenta, sin coordinación? Basta la respuesta a esta pregunta para afirmar que la conjunción de aportes es indispensable para lograr el objetivo del bien común. La crisis en el campo de la salud nos da una lección para otros campos. Nadie tiene una visión plena de la realidad ni un medio único para cuidarla: unos insisten en una parte; otros, en otra parte de la realidad. Unos y otros tienen el derecho y la obligación de insistir; pero no el de defender su parte, como si fuera el todo.

Los enfoques parciales son prácticamente necesarios, como un aporte a la totalidad. Es necesario integrar los enfoques parciales para, en medicina, curar al enfermo; en la política, para ir tejiendo el bien común. Vemos hoy más claramente por presión de las exigencias de la medicina que enfoques parciales curan a medias. Ni en medicina, ni en política se llega a la salud, al bien común, absolutizando enfoques parciales que algunos proponen y defienden, también, por intereses de personas, o de grupos, parapetados en el bien común.

Se está afirmando que el coronavirus es una invención de supuestos criminales, que se les ha ido de las manos. ¡Imposible tal deshumanización!

Habría motivaciones para inventarla, como la disminución de la población, la sed de imponer intereses, la ideología de su supremacía. El mundo, según ellos, sería mejor solo con ellos. Mañana habrá que responder a algunos por qué. Hoy dediquémonos a detener, con la fuerza de la fe y la esperanza, con la unión, la difusión del mal.

¿Dios? Para ellos, Dios o no hay o no cuenta, ya que los demás no cuentan ni hoy ni un supuesto mañana. Hablar de persona humana, de su inteligencia y libertad, es hablar en el vacío.

(O)