En la página web de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) se detalla que sus objetivos son luchar por la defensa de tierras, territorios indígenas y los recursos naturales; construir una sociedad intercultural; promover la participación mediante el establecimiento de una democracia participativa, con fines de alcanzar la descentralización del poder y los recursos económicos, la solidaridad y la equidad; y, lograr la igualdad y la justicia en los pueblos y nacionalidades indígenas, por ende, en la sociedad en general.

Este artículo busca desvirtuar las falacias de los argumentos e ideas de sus dirigentes.

El primer punto que tiene que quedar claro para la Conaie y para todo el país es que no se puede aplazar la corrección de la crisis económica por la que atravesamos. El hueco se acerca a los $5000 millones y necesitamos profundas reformas para salir.

El Gobierno propuso eliminar los subsidios a las gasolinas para frenar el contrabando, impulsar el uso de energías limpias y racionalizar el gasto, porque en la última década se usaron $24 000 millones en subsidios que equivalen, por ejemplo, a la inversión en salud.

La Conaie protestó con mentiras.

Decían que “subirá el precio de todo” sin argumento alguno, desconociendo que si sube el valor de un producto, el impacto es distinto en los consumidores y los incrementos pueden ser mínimos o inexistentes por un aumento en productividad. Ejemplo: la libra de cualquier producto subiría en 1 centavo si se incrementa en $60 la gasolina de un camión que transporta 6000 libras.

Expresaron que los pasajes de transporte público subirían y omitieron reconocer que existían reducciones de impuestos para repuestos y vehículos, así como negociar que se liberen las tarifas para mejorar la oferta.

Pedían que se eliminen las pensiones vitalicias a los expresidentes y que se reduzcan los sueldos en la Asamblea. Una propuesta vaga, populista e ineficaz, porque si eliminamos todos esos sueldos a 0, no cubrimos ni el 1,5 % del hueco fiscal.

Exigían que el Gobierno cobre unos supuestos $4500 millones de impuestos que fueron “perdonados a la banca”, cuando conocemos que se realizaron dos remisiones de intereses y multas. También pedían que se recupere el dinero robado en el correato como si fuera posible en un abrir y cerrar de ojos, desconociendo el deficiente pero existente marco jurídico que debemos seguir y respetar quienes creemos en la independencia de poderes.

Justificaban sus acciones porque supuestamente luchan por los más pobres, pero defienden un subsidio que beneficia a los más ricos y a los que tienen ‘tractorcitos’. Lo cierto es que con el paro destruyeron lo que necesitan los más pobres: trabajo, producción y confianza en el país.

Ahora tenemos sobre la mesa un proyecto de Ley de Crecimiento Económico que busca solucionar algunos problemas con reformas buenas, necesarias y otras que podrían mejorar.

Por el futuro del país, rechacemos a quienes buscan protagonismo en crisis, a los que argumentan con mentiras e informaciones falsas, a los populistas que buscan aprobación de sus electores y a los violentos que amenazan y siembran miedo. Que el debate sea con altura técnica y en paz. (O)