El cuento del gallo pelón da la CNEL –Corporación Nacional de Electricidad– a la ciudadanía para su sobrefacturación a partir de enero del 2019.
Luego de los reclamos de miles de usuarios por las planillas elevadas, de denuncias de medios de comunicación, del conocimiento de contratos para la lectura de medidores de energía eléctrica, de anuncios solidarios del presidente de la República y su decreto rectificador, de los anuncios del contralor del Estado para examinar la gestión, de las declaraciones de funcionarios que se rasgaban las vestiduras admitiendo errores y prometiendo rectificaciones mediante la devolución de lo cobrado en exceso, y del defensor del Pueblo ofreciendo intervenciones que no produjeron nada...; resulta que la CNEL ha enviado su última factura hasta el 14 de junio de 2019, sin hacer reajuste en la supuesta lectura de sus medidores de energía. Es decir, nos ha contado un cuento.
Hasta el mes de diciembre del 2018, mi consumo promedio de energía estaba bajo el “límite de la tarifa de dignidad”. De enero del 2019 hasta la fecha, el consumo se incrementó en más del 50%. El único ajuste hecho es el cobro adicional de $21,64 por “deuda de dos planillas anteriores”, supongo que corresponde al cobro por alumbrado público, cuyo valor también fue incrementado sin sustento. Hice un reclamo a la CNEL el 29 de mayo de 2019, que produjo que me hicieran una primera inspección que constató que el medidor de mi casa debía ser cambiado, y que bajo mi costo debían cambiarse también el interruptor principal (braker) y sus cables de acometida; lo que me costó casi $ 200. La segunda inspección fue para cambiarme el medidor por otro igual pero nuevo. Estoy convencido de que con este procedimiento desaparece la evidencia de los cobros indebidos desde enero del 2019. ¿Quién certifica que el medidor nuevo que me instalaron hace mediciones correctas o ya viene con “ajustes” hechos? ¿Quién y cuándo me reponen el valor estimado en $ 420 que he pagado por facturación excesiva, a razón de $ 60 mensuales durante siete meses? Las redes informan que hay por los menos $ 17 millones cobrados en exceso en el servicio domiciliario regional. ¿Quién va a verificar cuánto han devuelto o van a devolver? Después de la tremenda alharaca formada por los cobros altos por el servicio de energía eléctrica, ya nadie dice nada. ¿Será que solo devolverán a una minoría de molestos reclamadores? Nos han contado otra vez el famoso cuento del gallo pelón y todo sigue igual.(O)
Fausto Torres Palacios,
Guayaquil








