EN ESTOS DÍAS HA CIRCULADO POR LAS REDES SOCIALES una grabación en la que un alto funcionario del Gobierno hace algunas revelaciones relacionadas con la vida política del país y de enorme interés para la ciudadanía.

En un comunicado oficial posterior, el funcionario aclara que las declaraciones que se le “han atribuido” “han sido sacadas de contexto y no corresponden a la posición del presidente de la República”. También rechaza “la grabación ilegal y su manipulación como forma de hacer política”.

En realidad, muchos ciudadanos rechazamos esa forma de hacer política y también la que refleja la grabación a la que aludimos. Es el momento de hacer un ejercicio de honestidad en la actividad política en general y en la que se vive en la administración pública en particular.

Necesitamos un manejo transparente y claro de los bienes del Estado y una relación entre los funcionarios y los ciudadanos basada en la honestidad, la verdad, la autenticidad, traducida en una acción eficiente, eficaz, útil y oportuna.

(O)