Expresión usual de los que se saben infractores amparados por impunidad.

Otras similares son “se tomaron mi nombre”, “yo no fui” o “yo no conocí”.

Mientras más poder tenga –o haya tenido– el infractor, usualmente es más “caretuco”. Ahí está la mayor diferencia entre el infractor vulgar –rateros u otros– y los que como “autoridad” ordenaron o protegieron ilícitos.

Sin los capos, es tonteo
Cuando caen los del entorno, subalternos o funcionarios de segundo nivel, los de la contraparte en los ilícitos, los enviados o recaudadores, los tramitadores, los testaferros u otros similares, se vuelve esencial evidenciar el enlace de estos con “los capos” –expresión del presidente Lenín Moreno– y para esto se requiere honestidad, profesionalismo y pérdida de miedo de investigadores y fiscales.

Los subalternos deben tener claro que fueron utilizados –aun cuando también se hayan beneficiado de los ilícitos–, por lo que lo peor que podrían hacer es no colaborar.

¿Estaría el tío Rivera con el ánimo de colaborar, de haber actuado como enviado para negociar y recaudar por cuenta de quien hoy niega su cercanía?, difícil.

Si asumió el rol paterno respecto del hijo de su hermana, para ayudarlo en sus estudios, cuando su padre lo abandonó, si luego lo hizo socio de sus empresas y representante legal de estas, lo más probable es que se siga sintiendo como “su padre” y prefiera ser uno más que niegue y niegue.

La percepción que los dos eran como una sola persona, un combo, que la tenían los de Odebrecht y las empresas chinas, hecho confesado por el contralor Pólit; en la década de Correa fue denunciado por sectores sociales y opositores políticos.

La respuesta del Gobierno siempre fue defendiendo al combo.

Después de informar de una supuesta exhaustiva investigación en búsqueda de cuentas e inversiones de Glas y Rivera en el exterior, sin resultado alguno, a nombre del Gobierno, el doctor Alexis Mera, en rueda de prensa, publicada el 19 de enero de 2017: “Como ustedes saben tras bastidores y tras las cortinas y en las redes siempre se habla que dizque el tío está tras los negocios de corrupción. En estas cosas, señores, pruebas, siempre pruebas, No podemos destruir la honra de las personas si no tenemos pruebas”.

¿Que Correa y Glas no tenían idea de lo del tío Rivera?, a otros y no al pueblo ecuatoriano con ese cuento.

¿Por qué no investigaron si era un escándalo y por eso Mera defendía en combo a Glas y a Rivera?

Socialismo, siglo XXI y Odebrecht
El 6 de septiembre de 2017, el fiscal general del Brasil, Rodrigo Janot, formuló nuevos cargos contra Lula y Dilma bajo el delito de “organización criminal”, puntualizando su “carácter transnacional”.

Relata cómo Lula fue involucrando a los gobernantes de otros países en la trama de corrupción con empresas brasileñas.

El Ecuador no fue la excepción, por eso los contactos con Rafael Correa, ministro de Finanzas el 2005, luego presidente electo el 2006, su persistencia en el 2007, y cuando el martes 23 de septiembre de 2008 se expulsa a Odebrecht, Lula, ante esa empresa, minimizó el hecho señalando que Correa había actuado así, porque el domingo 28 de septiembre era la consulta de la Constitución de Montecristi y tenía que enviar esa señal de autoridad, por el colapso de San Francisco.

Lula aprovechó una reunión en Manaos, el miércoles 1 de octubre, ocho días después de la expulsión de Odebrecht, para forzar el reinicio del diálogo Correa - Odebrecht. “No tengo dudas de que Ecuador es un gran socio de Brasil; Rafael es un gran amigo de Brasil, y Brasil es amigo de Ecuador, y si hubo un problema con una empresa, será solucionado y continuaremos siendo socios como siempre fuimos”, expresó Lula. Hugo Chávez fue enfático: “Odebrecht es un ejemplo  de transparencia y confianza absoluta”.

Lo demás es historia posterior, se demoraron meses las negociaciones, pero el 2010 regresó Odebrecht, colmándosela luego de contratos.

Por las declaraciones de Alexis Mera en la Fiscalía, aparecería Glas como el operativo del retorno, pero la decisión final fue del presidente Correa.

Y el Ecuador, ¿cómo queda?
Que opere la Fiscalía y la Función Judicial. Reincidir en que Glas solo habría sido un facilitador para que el tío Rivera y otros manejen información que les permitió extorsionar a las empresas que luego contrataron con el Estado, y esto bajo el viejo código penal, vigente hasta antes del 10 de agosto de 2014, sería tan grave como los propios ilícitos.

La reformulación de cargos debe extenderse a la vigencia del Código Orgánico Integral Penal y a los delitos que se cometieron: peculado, cohecho, concusión, entre otros, lo que llevaría a ampliar la instrucción por treinta días adicionales.

Pero hay más
Hay noticias que pueden escandalizar, pero falta evidenciar los hechos, para establecer responsabilidades.

En cuanto a la metida de la mano en la justicia, de acuerdo con lo que se ha publicado; pero los procesos de cada uno de los exjueces debe transparentarse y los afectados deben seguir las acciones correspondientes.

Lo de Yachay EP y Universidad evidenciaría el gigantismo imaginario y la vanidad del expresidente Correa, alimentados por el lambonismo de quienes estuvieron en la Senescyt.

¿Cuándo se harán los procesos penales sobre las preventas del petróleo para concentrar la exportación en un grupo intermediario que lucró de ese hecho, lo cual se demuestra cuando se realizan ventas fuera de tales preventas? Miles de millones de dólares de perjuicio al Ecuador, imposible sin el consentimiento del gobernante.

Para todo esto, se requiere transparencia, sin ocultamiento alguno.

La cimentación del Ecuador, sobre la verdad, será lo único que nos permita sustituir interrogantes de duda y preocupación, por expectativas de bienestar y desarrollo. (O)

Mientras más poder tenga –o haya tenido– el infractor, usualmente es más “caretuco”. Ahí está la mayor diferencia entre el infractor vulgar –rateros u otros– y los que como “autoridad” ordenaron o protegieron ilícitos.