“En memoria de las víctimas de abuso infantil en el sistema educativo”, dice una placa en la pared de un aula de una unidad educativa de Quito, el mismo salón donde un profesor atentó contra el pudor de 41 niños que fueron violados y sometidos a torturas físicas . Los padres denunciaron el hecho. El agresor fue condenado a siete años de cárcel y a pagar $10.000 a cada una de las víctimas. A la unidad educativa se le ordenó colocar la placa a la que nos referimos.

No es un hecho aislado. Un informe del convenio entre la Fiscalía, el Ministerio de Educación y la Judicatura señala que en el periodo 2012-2014 se denunciaron 343 delitos sexuales en las escuelas.

La Asamblea decidió conformar una comisión que investigue las denuncias de abuso sexual en las unidades educativas del país para realizar reformas legales y sugerir medidas preventivas. La comisión tendrá el carácter de ocasional.

La iniciativa de la Asamblea merece todo el respaldo ciudadano, pues solo con la acción conjunta de las instituciones públicas, las organizaciones no gubernamentales especializadas y la ciudadanía podremos hacer frente a este azote social.(O)