La familia de Luis Astudillo Bejarano está destrozada tras el asesinato del joven de 23 años que la noche del lunes, 5 de agosto, fue baleado por un antisocial a pocos metros de su casa, en Los Vergeles, norte de Guayaquil.
“Él era hijo único, mi hermana está muy mal, era un chico joven, trabajador, era comerciante y estaba a punto de casarse” contó David, su tío.
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El hombre señaló que Luis había salido a comprar comida para sus gatos y que cuando regresaba a su vivienda se encontró con un delincuente armado que huía tras supuestamente cometer un asalto en un asadero de la zona.
Este y sus cómplices habían dejado abandonada una tricimoto y corrieron por un callejón, según testigos.
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El joven vio cómo uno de los sospechosos aprovechó que una vecina había abierto la puerta de su casa para esconderse ahí.
Empezó a gritar para que los habitantes salgan y ayuden a la adulta mayor que fue apuntada con el arma cuando subía por las escaleras.
La mujer contó que le pidió al hombre que no la mate, que se escondió en el balcón del segundo piso y se puso de rodillas a rezar.
Desde ahí ella veía a Luis pedir ayuda al resto de vecinos. “Se metió un ladrón, se metió”: decía el hoy occiso.
La mujer afectada relató que el antisocial subió a la terraza de su casa (tercer piso) y desde allí disparó contra Luis para que se callara.
“Escuché el disparo y lo vi (Luis) cuando cayó herido”, indicó la mujer aún asustada.
Los vecinos contaron que aunque los familiares de Luis lo llevaron inmediatamente a un hospital, él no resistió. Este martes su madre estaba en la morgue haciendo los trámites para retirar el cuerpo.
Dijeron que iba a ser velado en un camposanto del norte de Guayaquil.
En la esquina donde cayó el joven aún estaban las manchas de sangre y los vecinos lamentaban el hecho, la mañana de este martes.
Contaron que al ladrón trataron de lincharlo, pues desde la terraza se lanzó al techo de otro vecino para tratar de escapar.
“De ahí fue sacado con resguardo policial porque aquí todos los del barrio estaban furiosos y lo querían quemar; ya hasta habían sacado la gasolina”, refirió una moradora que aseguró que no pudo dormir.
Los vecinos indicaron que hasta la madrugada revisaron los patios de sus inmuebles, pues escucharon que supuestamente eran tres ladrones y que se pudieron esconder en los techos.
Los vecinos de Los Vergeles manifestaron que quieren instalar rejas en algunas calles internas por su seguridad. (I)