El padre Juan Cárdenas, rector de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), que tradicionalmente ha mantenido una estrecha relación con el movimiento indígena y se ha convertido en su albergue en las movilizaciones, ratifica la perspectiva humanitaria de este centro de estudios. Sin embargo, reconoce que es tiempo de replantearse su rol, más en contextos complejos de disputas políticas.

Llegó a la UPS en agosto del 2020, diez meses después del estallido de octubre de 2019, cuando el rector era el padre Javier Herrán. Cárdenas cree en la urgencia del diálogo.

¿Por qué la UPS abrió las puertas a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), cuando se preveía una movilización similar a la de octubre del 2019?

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La Politécnica Salesiana, fiel a sus principios y misión, ha decidido abrir las puertas por razones estrictamente humanitarias. Es decir, lo que menos podemos hacer es dar acogida y seguridad a las personas que llegan a la capital, como centro político, especialmente, en los temas de alimentación y salud. ¿Se imaginan que frente a la crisis no abriéramos las puertas?, ¿imaginan los miles de personas deambulando por las calles, niños especialmente?

¿Pero qué pasa cuando ese huésped que llega con 10 puntos de demandas sociales y empieza a exigir la destitución del presidente de la República?, ¿no se convierte en una plataforma política?

No nos consideramos como un espacio de plataforma política. Es bueno clarificar que abrimos las puertas con sentido de responsabilidad institucional, evaluando y poniendo algunas condiciones.

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¿Cuáles?

La primera es que realizaremos la acogida a mujeres, niños y personas de la tercera edad. En segundo lugar hemos exigido y hecho cumplir que dentro de los predios universitarios no se permite ningún tipo de proselitismo ideológico ni organización de ese tipo. Nuestra respuesta es netamente de carácter humanitario.

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¿Y se han cumplido?

Sí. Dentro del espacio universitario, sí. No se permiten asambleas y tampoco el ingreso de los dirigentes políticos con responsabilidad nacional.

¿No hay un límite para la apertura de la UPS a movilizaciones de este tipo?

¿Cuáles pueden ser los límites?

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Los intereses políticos

Nosotros tenemos muy clara nuestra propuesta: la formación de las personas. Y la ciencia y el conocimiento tienen una perspectiva social, solidaria, que no es indiferente al sentir de la sociedad.

Bajo esos principios, entonces, la UPS no pensó dos veces para acoger a la Conaie.

No son decisiones improvisadas, siempre exigen evaluar el contexto. (Esta vez) es muy diferente del 2019, por la misma crisis de la pandemia. No es una respuesta desde el entusiasmo, sino de una racionalidad crítica y vital.

¿Esa vocación humanitaria no contempló la experiencia del 2019?

Lo nuestro no es apoyar a una organización en concreto ni hacer plataforma política. Ni animamos ni apoyamos a ningún tipo de movilizaciones. Eso debe quedar claro.

Eso no está tan claro para la gente que ve a la UPS apoyando a la Conaie

Las interpretaciones que tenga la sociedad es otra cosa. Lo que debemos tener claro es que nosotros no promovemos movilizaciones ni las defendemos ni damos soporte organizativo en absoluto. Lo que hacemos es lo mínimo que debería hacer cualquier organización en un contexto social crítico y que demanda respuestas.

¿Qué salidas ve a esta crisis?

Quisiera subrayar que esta situación no puede prolongarse en el tiempo ni es saludable para la convivencia pacífica en el Ecuador, para nadie. Quienes tienen que sentarse a dialogar deben dar muestras concretas (de diálogo); no solamente del ‘deseísmo’: deseamos dialogar, el diálogo es el camino… No. Hay que materializar ese diálogo con acciones concretas. Dejar que esto se prolongue en el tiempo no es beneficioso.

¿Quién debe romper ese ‘deseísmo’?

Las partes tendrán que dar los pasos necesarios

¿Gobierno y Conaie?

Pues, sí. Seguramente no habrá salidas para todas las propuestas. Habrá que evaluar y ser realistas. Vamos dos semanas de movilizaciones y espero que se acelere cualquier decisión, por el bien de la sociedad.

¿Es necesario ceder?

Siempre. En el diálogo habrá la necesidad de escucha y la necesidad de ceder. El diálogo es apremiante.

¿Se ha perdido mucho tiempo?

Se ha dejado pasar demasiado tiempo.

¿Qué enseñanzas le deja a la UPS octubre de 2019 y junio de 2022?

Seguramente, cuando las cosas se serenen un poco, haremos una evaluación desde una visión autocrítica. Yo estoy convencido de que la universidad puede aportar más no solo con los movimientos sociales e indígenas, sino con otros sectores, como el público. Todo esto contribuye a conformarnos en una organización aprendiente, desde el contexto y el sentir de la gente. Y, por otra parte, contribuye a replantearnos y repensar nuestras líneas de investigación, que ayuden a solucionar los problemas de la sociedad. Debemos seguir formándonos y tener una perspectiva nueva del tema de las movilizaciones, porque está bien como un derecho ciudadano, amparado, además, en la Constitución, pero también esas movilizaciones han de ser educadas, por ejemplo, para dejar el libre tránsito de ambulancias o de alimentos de primera necesidad. (I)