A dos días de la instalación de la nueva Asamblea Nacional las posiciones políticas se tensan, ninguno de los tres sectores que aspiran a presidir la legislatura en los próximos dos años cede en sus posturas y, por lo tanto, no tienen los votos.

Desde este 12 de mayo, los nuevos asambleístas empiezan a trasladarse a Quito a recibir las identificaciones institucionales que los habilitarán para la sesión presencial del viernes 14 de mayo, donde se autoconvocarán a las 10:00 para la instalación del nuevo periodo y designar a las autoridades de la legislatura.

El movimiento Pachakutik mantiene las candidaturas del asambleísta nacional Salvador Quishpe y de Guadalupe Llori, representante de la provincia de Orellana, pese a que en las negociaciones el sector Unidos por la Esperanza (UNES) objetó los dos nombres, que al momento cuentan con el respaldo de los legisladores de la Izquierda Democrática.

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Integrar una Comisión de la Verdad forma parte de las negociaciones políticas de la nueva Asamblea Nacional

Este sector político extendió la mano del diálogo con todas las bancadas, anotó el asambleísta Alejandro Jaramillo, de la ID, que ratificó que el acuerdo con Pachakutik está sellado y eso implica la postulación de Quishpe; mientras que la ID pondría una vicepresidencia para este primer periodo y algunas presidencias en las comisiones.

Jaramillo señaló que los diálogos continúan con CREO-PSC, que tienen sus posiciones y lineamientos y que incluso los socialcristianos han señalado que es innegociable la presidencia de la Asamblea para ese grupo político, lo cual significa cerrarse a otras opciones, dijo.

Cuestionó que desde el PSC se anuncie que hay conversaciones por separado con algunos legisladores de la ID, los diálogos se dan con los canales de comunicación directos con los jefes de las bancadas y los líderes de las diferentes organizaciones políticas para llegar a acuerdos directos, diáfanos y transparentes, anotó Jaramillo.

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El coordinador de Pachakutik, Rafael Lucero, precisó que los diálogos se mantienen y en el camino hay desacuerdos y cambios de posiciones que solo se definirán el 14 de mayo, que lo único en concreto es la alianza con la Izquierda Democrática, y con los demás no se concreta nada aún.

“Seguimos dialogando con paciencia y perseverancia”, afirmó el coordinador del PSC, César Rohón, pues relató que llegar a un acuerdo es complejo y no es fácil porque la nueva Asamblea está muy fraccionada.

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El PSC-CREO siguen en la intención de buscar un consenso amplio de 90 a 100 voluntades que permitan tener una clara gobernabilidad en beneficio del país y conducir a este sector al Parlamento.

Elías Jachero, representante de Pastaza del sector de independientes, anotó que este martes se reunirán de manera presencial los legisladores que integrarían la bancada de independientes que básicamente son los asambleístas que representan a movimientos provinciales.

La candidatura de Virgilio Saquicela para alcanzar la presidencia de la legislatura por el sector de independientes está en espera, dijo Jachero, y de respuestas de parte de los otros sectores políticos al planteamiento de una agenda que incorpore temas de equidad territorial.

Desde Alianza UNES, según el asambleísta Pabel Muñoz, los acuerdos no están finiquitados con ningún sector, lo que existe con algunos grupos son coincidencias programáticas. Consideró que es entendible que los tres sectores que llegaron en primer lugar en las elecciones (UNES-Pachakutik-ID) sigan conversando, pero aún no existe nada cerrado.

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Muñoz dijo que continúan aspirando a la presidencia de la Asamblea, pues tienen el respaldo democrático, de legitimidad y proporcional, son 49 asambleístas de la bancada y es evidente que se mantiene la expectativa real y legítima. Aunque afirmó que tienen claras las prioridades del país, si por eso deben resignar esa posición tampoco les quita el sueño obtener la presidencia de la legislatura.

El Ecuador, añadió, necesita una especie de pacto de la Moncloa, como España estableció en su regreso a la democracia, y eso supone que los principales líderes políticos acuerden elementos esenciales para el país con una agenda de mínimos que no se fijen en estos momentos en las diferencias ideológicas, sino en los consensos. (I)