La ministra de Gobierno, Zaida Rovira, se pronunció sobre los hechos registrados en Cotacachi, donde doce militares resultaron heridos y diecisiete permanecen desaparecidos.

En su mensaje en su cuenta de X, Rovira aseguró que “el derecho a manifestarse es legítimo y merece respeto”, pero advirtió sobre la diferencia entre manifestantes pacíficos y quienes se infiltran con fines delictivos. “Lo de Cotacachi no fue protesta: fue una emboscada cobarde ejecutada por estructuras criminales —terroristas— que atacaron a nuestras Fuerzas Armadas”, señaló.

La funcionaria remarcó que frente a los manifestantes se buscará el diálogo y se garantizarán sus derechos, mientras que frente al crimen organizado se aplicará la ley con firmeza.

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Este domingo, el Gobierno confirmó que un manifestante murió y militares resultaron heridos. La persona fallecida fue identificada como Efraín Fuerez.

En un comunicado, el Ejecutivo condenó lo que llamó un “violento ataque” perpetrado por manifestantes que —bajo la fachada de una “protesta pacífica”— emboscaron un convoy humanitario custodiado por miembros de las Fuerzas Armadas.

Según el Ejecutivo, este hecho constituye la evidencia más clara de que la protesta no es pacífica, sino que responde a la acción de grupos violentos y terroristas que buscan sembrar el caos y poner en riesgo la vida de la ciudadanía.

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Además, argumentó, en Imbabura existe una fuerte presencia de mineros ilegales respaldados por grupos de delincuencia organizada que estarían financiado y entrenando a los violentos.

(I)