LATACUNGA
En el tercer día del paro nacional y tras su detención, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, enfiló un nuevo discurso en el que pidió no convertir las movilizaciones en un “escenario electoral”.
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Iza recuperó su libertad la madrugada del miércoles 15, al haber sido detenido por la Policía Nacional por la convocatoria a la movilización nacional indefinida.
En una audiencia de formulación de cargos, la jueza Paola Bedón, de la Unidad Penal de Latacunga, ordenó su inmediata liberación y acogió la solicitud de la Fiscalía General del Estado de dictar medidas alternativas a la prisión preventiva, como parte de un proceso por presunta paralización de un servicio público, tipificado en el artículo 346 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), en calidad de autor mediato.
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Salió de esta diligencia y, al amanecer de este miércoles, se preparó para otra. En esta se sustanció el recurso de habeas corpus que interpuso para salir en libertad, y en la que el juez constitucional de Latacunga Rómulo Núñez lo rechazó por no determinarse que hubo una detención arbitraria o ilegal.
Con su habitual poncho rojo y sus zapatos de montaña, el presidente de la Conaie lucía cansado e irritable. Sus compañeros de la Conaie cuidaban que la prensa no se le acercara. Pedían privacidad y que se entienda que están en extenuadas jornadas.
Terminada la diligencia, un grupo de simpatizantes y amigos lo esperaban. Apenas lo vieron, se lanzaron a abrazarlo. Unos lloraban e Iza quiso llorar con ellos.
Se subió a una camioneta y desde ahí expuso un breve discurso, en el que reprochó al gobierno de Guillermo Lasso que no ha cumplido las diez demandas planteadas por la Conaie y otras agrupaciones sociales.
Lo acusó de perseguirlo y “secuestrarlo” políticamente con el inicio de procesos judiciales, por ello pidió a las comunidades que están en la protesta no permitir actos vandálicos para evitar ser detenidos.
El dirigente no mencionó nombres, pero advertía que hay infiltrados en las comunidades. Enseguida, reivindicó el carácter de la paralización nacional y pidió que no se convierta en electoral, a propósito de las elecciones seccionales que se desarrollan en febrero del 2023, en las que se elegirán alcaldes, prefectos, concejales y miembros de juntas parroquiales.
“Esta lucha es conjunta, colectiva, no convertirla en escenario electoral, sino es una lucha de reivindicación económica. No vamos a cesar mientras no resolvamos los problemas básicos, mientras no se resuelva seguirá habiendo movilización”, exclamó el líder indígena, convocando a ejercer el derecho a la resistencia y evitar enfrentamientos.
En tanto, los ingresos por el sur y el norte hacia la provincia de Cotopaxi estaban cerrados por bloqueos con llantas quemadas, árboles y montículos de tierra.
En la ciudad de Latacunga hay temor. Los almacenes, restaurantes, tiendas, instituciones públicas cerraron sus puertas, pues grupos de indígenas pasaban con palos amenazando a sus propietarios para que se unan al paro.
Había silencio. Los buses de transporte público no circulaban; mientras, efectivos de la Policía Nacional intentaban dispersar una manifestación en el centro de Latacunga, protagonizada por estudiantes y comuneros.
En horas de la tarde, la Conaie junto con los representantes de otras organizaciones, como la Confederación de Nacionalidades Indígenas y Negras (Fenocin) y la Confederación de Nacionalidades Indígenas Evangélicas (Feine), proclamaron la unidad para continuar con el paro nacional.
En una declaración difundida a través de las redes sociales, las tres agrupaciones indígenas hicieron una evaluación de las protestas y destacaron la presencia de sus comunidades en Quito y que en las próximas horas se unirían al paro nacional los gremios de taxistas. (I)