El presidente Guillermo Lasso declinó oficialmente ser candidato en los comicios anticipados del próximo 20 de agosto, producto de la muerte cruzada, lo que deja el tablero electoral con menos fragmentación para la centroderecha, según analistas, que ven también la decisión como una muestra de prudencia y de entendimiento de la poca aprobación con la que el mandatario está finalizando su gestión.

“No tiene sentido hacer campaña cuando el país me necesita dedicado a los ciudadanos, y aún hay metas por alcanzar y desafíos que superar”, subrayó Lasso, e hizo un llamado a la reflexión a todos los sectores democráticos. Dijo que seguirá luchando por la democracia desde la ciudadanía, adonde regresa “con orgullo y la frente en alto”.

Presidente Guillermo Lasso anunció que no será candidato en las elecciones del 20 de agosto

Para Gustavo Isch Garcés, consultor político, la decisión de Lasso le hace bien al tablero político del país para las próximas elecciones, ya que, a su juicio, “disminuye la fragmentación tanto a nivel general como para la derecha”.

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“No digo en términos ideológicos, porque eso prácticamente ya no existe: se ha mercantilizado la práctica de la política. Pero, en el campo en donde opera la centroderecha como tendencia, la candidatura del presidente Lasso lo habría fragmentado”, explica.

Dice también que, si el presidente Lasso se candidatizaba, es posible que sí hubiera recibido el respaldo de diferentes sectores del país, pero no a nivel nacional, lo que no le habría dado lugar a que se eligiera nuevamente para completar el periodo hasta 2025.

Además, para Isch, la decisión de Lasso es acertada y el resultado de un análisis sereno sobre sus niveles de respaldo dentro de la ciudadanía. Diferentes encuestas revelaron que llegó a su segundo y último año de mandato con una aprobación del 14 %.

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“Para construir y posicionar una buena imagen en términos políticos se requiere un trabajo a largo plazo. Esta imagen va cubriéndose con actos que muestran la capacidad, honestidad, la transparencia y el cumplimiento de la palabra del político frente a los ciudadanos. Pues los políticos ofrecen mucho en campaña y en su momento, así lo hizo el presidente Lasso, lo que evidentemente no ha cumplido y en el tiempo restante tampoco iba a cumplir, menos participando como candidato en los comicios adelantados”, subraya.

Con la prudencia de la decisión coincide Héctor Yépez, abogado y director de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), y la califica también como una decisión acertada, ya que el presidente Lasso en los meses que le quedan se debe enfocar en trabajar y que se vean esos resultados.

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”Ya no se puede seguir llorando sobre mojado, discutiendo sobre el Gobierno actual, que creo que si participaba iba a ser el gran tema. En cambio, lo que necesitamos realmente hablar en estas campañas es sobre cómo vamos a resolver los grandes problemas que tenemos como país, sobre todo la falta de seguridad, la inequidad social, la falta de oportunidades. Creo que eso ayuda a que nos concentremos en lo importante, que es el futuro que queremos en el Ecuador”, opina.

Belén Espinel, analista y catedrática de la Universidad de las Américas, cree que la decisión, además de prudente, es bastante inteligente y en apego a la intención que tiene la muerte cruzada en cuanto a la posibilidad de que sean los mismos ciudadanos los que elijan a nuevas autoridades.

“No lo puedo calificar como algo bueno o malo, pero es una decisión bastante prudente por parte del presidente Lasso, porque, a pesar de que no sería lo normal considerando que está en el poder, es justamente que el hacer ese llamado a decir: ‘Yo eliminé el poder y estoy dejando que la ciudadanía elija el candidato que le parece adecuado’”, indica.

No se conoce si el partido oficialista CREO respaldará a otro de los al menos ocho precandidatos que ya han anunciado sus intenciones de llegar a Carondelet o si contemplan hacer alianzas, pero Espinel dice que la organización política puede sufrir en esta próxima elección un golpe interesante al no tener un presidenciable propio y terminar yendo con pocos candidatos para la Asamblea Nacional.

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“Este momento político que atraviesa el país puede ser una oportunidad para que CREO se repiense como partido”, subraya.

Lasso no estará en la papeleta electoral, pero entre los rostros que es posible que aparezcan están los empresarios Eduardo Maruri y Jan Topic, actual presidente de Telconet; el exvicepresidente Otto Sonnenholzner; los exlegisladores Fernando Villavicencio, Salvador Quishpe y Daniel Noboa Azín; su padre, el empresario Álvaro Noboa, que lo haría por sexta ocasión; y Yaku Pérez, que quedó tercero en las presidenciales de 2021. El correísmo aún no define a su binomio y mantiene en expectativa al país.

En tanto, Isch menciona también que ahora que Lasso declinó participar como candidato se debe concentrar en gobernar lo que le queda y “tratar de salir con una buena imagen o medianamente respetable”.

Por ahora, con que logre mantener la estabilidad política, garantizar un proceso electoral transparente, evitar mayor conflictividad y confusión en términos del excesivo número de candidaturas es suficiente”, opina.

Hace énfasis en que el presidente Lasso en este tiempo tampoco debe generar más incertidumbre a nivel económico y no emitir decretos leyes en temas sensibles que puedan afectar más a los ecuatorianos. (I)