La Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea (Celac-UE), que se desarrolló los primeros días de noviembre en Santa Marta, Colombia, cerró con una declaración conjunta de esos países de 52 puntos.

Estos se referían, entre otros, al desarrollo económico; al fortalecimiento de la cooperación en lucha contra el crimen transnacional, salud, educación y cultura; al respeto a los derechos humanos; y a la implementación de la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Pero, según el pie de página de dicho acuerdo, Ecuador “se disoció” de tres de esos puntos: el 10, el 15 y el 18. Que versan sobre la situación de la zona del Caribe, la Franja de Gaza y Cuba.

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El punto 10 dice: “Tomando nota de que la Celac se ha declarado Zona de Paz, comprometida con la solución de controversias mediante el diálogo y la cooperación, de conformidad con el derecho internacional, reconocemos los esfuerzos en curso para alcanzar la paz en la región y destacamos nuestro apoyo al proceso de paz en Colombia, con el respaldo de la comunidad internacional y de las Naciones Unidas. Abordamos la importancia de la seguridad marítima y de la estabilidad regional en el Caribe. Coincidimos en la relevancia de la cooperación internacional, el respeto mutuo y el pleno cumplimiento del derecho internacional, incluso en la lucha contra el crimen organizado transnacional y el tráfico ilícito de drogas. Varios Estados miembros de la Celac destacaron sus posiciones nacionales respecto de la situación en el Caribe y el Pacífico. Reiteramos nuestro compromiso de fortalecer los mecanismos de diálogo, coordinación y asistencia técnica para abordar conjuntamente estos desafíos”.

El punto 15 menciona: “Reconocemos el acuerdo alcanzado sobre la primera fase del Plan Integral para poner fin al conflicto en Gaza, así como los resultados de la Cumbre de Sharm el-Sheikh por la Paz, celebrada el 13 de octubre de 2025. En este sentido, recordamos la Conferencia de Alto Nivel para el Arreglo Pacífico de la Cuestión de Palestina y la Aplicación de la Solución de Dos Estados, celebrada en Nueva York. Reiteramos nuestra condena inequívoca de los atentados terroristas del 7 de octubre de 2023. Reiteramos igualmente nuestra firme condena de la escalada de violencia en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, tras el aumento de la violencia de colonos, la expansión de los asentamientos ilegales y la operación militar de Israel. Instamos a todas las partes a comprometerse plenamente con la aplicación de todas las fases del Plan y a abstenerse de adoptar medidas que puedan poner en peligro el acuerdo. Para aliviar la grave situación humanitaria, pedimos que se garantice un acceso inmediato y sin trabas, así como la distribución sostenida y a gran escala de la ayuda humanitaria hacia y dentro de Gaza. Todas las partes deben cumplir con el derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario. Reiteramos nuestro firme compromiso con una paz amplia, justa y duradera, de conformidad con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, basada en la solución de dos Estados. Reafirmamos, asimismo, nuestro compromiso con la reconstrucción y la recuperación de Gaza”.

Y el 18 señala: “Los países que apoyaron la resolución A/RES/80/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 29 de octubre de 2025, reiteran la necesidad de poner fin al embargo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba, así como su oposición a las leyes y reglamentos con efectos extraterritoriales. La designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, y su mantenimiento en dicha lista, ha introducido obstáculos a las transacciones financieras internacionales con la isla”.

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Dicho acuerdo fue negociado por las cancillerías de los países meses antes de la cumbre.

En el listado oficial de los participantes emitido horas antes de la cumbre constaban casi 60 autoridades y jefes de delegación de los países, pero no de Ecuador.

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El domingo 9 de noviembre del 2025, este Diario consultó al Ministerio de Relaciones Exteriores respecto a quiénes habían acudido en representación del país. La respuesta llegó dos días después de finalizada la reunión, el martes 11 del mismo mes.

En un correo electrónico, el Departamento de Comunicación incluyó una nota diplomática dirigida a la cancillería de Colombia en la que se indicaba que el delegado de Ecuador era el subsecretario de América Latina y el Caribe de la Cancillería, Santiago Apunte, y un listado de las intervenciones de los jefes de misiones, en donde Apunte aparecía en el puesto 39.

Adicionalmente se conoció que participó también el embajador de Ecuador en Colombia, Arturo Félix Wong.

Temas que no son de consenso

Michel Leví, docente del Área de Estudios Sociales y Globales de la Universidad Andina Simón Bolívar, explica que el término “disociar” significa que en esos temas sus posiciones de política exterior son diferentes a los de los países que plantearon y están de acuerdo con esos temas.

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“En ese sentido, la política exterior del Ecuador prima sobre los acuerdos llegados en la Celac sobre esas materias. Otros países pudieron disociarse también de varios temas que no concuerden con su política exterior. Hay que recordar que la Celac no es un mecanismo de integración regional, sino un foro político en el que se tratan y concertan posiciones de los países que participan en el medio”, indica.

¿Pero por qué justamente esos puntos? Leví lo analiza:

Sobre el punto 10, “por la concordancia con la política exterior de los Estados Unidos en la visión del tema de Venezuela y la región del Caribe. Si estuviera de acuerdo con lo planteado en el acta, estaría desconociendo los temas que ha tratado sistemáticamente con el Gobierno norteamericano”.

En el punto 15, “por la relación directa establecida con el Gobierno de Israel. El presidente Daniel Noboa y su gabinete han favorecido abiertamente su relación con Israel, incluso se ha abstenido en las votaciones a favor de Gaza en las Naciones Unidas. Es una posición de política exterior del Gobierno”.

Y, finalmente, en el punto 18, “el Ecuador se abstiene de votar contra el bloqueo de Cuba, un cambio en la posición de política exterior tradicional que tuvo hasta el gobierno actual. Refleja una posición pragmática, que ha manifestado el Gobierno actual como principio de política exterior”.

El país se abstuvo ya de votar contra el bloqueo de Cuba en la última reunión de las Naciones Unidas, en Nueva York, el mes pasado. En los últimos 32 años votó a favor. (I)