Desde una amonestación escrita o sanción pecuniaria, pasando por la suspensión, hasta la destitución son las sanciones de tipo disciplinario a las que se exponen los servidores de la Función Judicial (jueces, fiscales y defensores públicos) en el caso de incurrir en infracciones leves, graves o gravísimas en el ejercicio de sus funciones. Así lo define el Código Orgánico de la Función Judicial (COFJ).