La Comisión de Transparencia, Participación Ciudadana y Control Social de la Asamblea Nacional fue el escenario para que los siete integrantes del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) desahoguen sus discrepancias internas en el contexto de la organización de los concursos de elección de las principales autoridades de control del país.
Los siete vocales comparecieron a la mesa legislativa este 12 de enero, para explicar cómo avanzan los concursos para designar a las autoridades de la Contraloría General del Estado, de la Defensoría Pública, la renovación parcial del Consejo Nacional Electoral (CNE), entre otros.
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Esta sesión sirvió también para que la consejera Ibeth Estupiñán aclare su posición respecto de no apoyar en una última sesión a la ‘mayoría’ integrada por Sofía Almeida, David Rosero y Javier Dávalos. “No he recibido presiones políticas de nadie, y pido respeto a las decisiones que yo tomo”, enfatizó públicamente.
Mayoría del Consejo de Participación Ciudadana se resquebraja al perder el voto de Ibeth Estupiñán
La primera en hablar fue la presidenta del CPCCS, Sofía Almeida, quien repitió sus denuncias de los últimos días de que supuestamente hay actores que no quieren que se elija a autoridades y que han emprendido ataques de desprestigio a la institución y a ella. “No voy a sucumbir y no vamos a elegir a dedo”, enfatizó Almeida.
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La secundó el consejero Javier Dávalos, que denunció que había un “boicot interno” para que el Consejo no avance en la selección de autoridades y que hay presiones políticas.
Advirtió que el objetivo del Gobierno es modificar los reglamentos de elección de las autoridades para incorporar pruebas orales que permitan aumentar y direccionar quiénes van a ser los elegidos.
El vicepresidente David Rosero explicó cómo se realizan los concursos públicos, y ahondaba en que son las comisiones ciudadanas de selección las que designan a las autoridades. Además, se solidarizó con su compañera Ibeth Estupiñán, por haber sido afectada por críticas de los consejeros rivales.
Al turno de Estupiñán detalló el estado de los procesos de designación, enfatizó en que no responde a ninguna organización política y que es “independiente”.
Los consejeros de minoría, María Fernanda Rivadeneira, Hernán Ulloa y Francisco Bravo, expusieron sus preocupaciones de cómo está liderando el CPCCS Sofía Almeida.
Es decir, reprocharon que existe falta de información, la sospecha de falta de transparencia en la realización de los concursos y que son “oscuros”, que las sesiones se suspenden de forma “abrupta”. Y aprovecharon para pedirle que revele quién la está presionando, porque ellos no están siendo presionados por ningún actor externo.
Consejo de Participación Ciudadana en apuros por elección del superintendente de Compañías
Pero fue justamente la actuación de la vocal Estupiñán lo que llamó la atención en la Comisión. La asambleísta Nathalie Viteri (PSC) quería entender qué está ocurriendo con ella en su ejercicio.
Creyó necesario que se dé una explicación de por qué Estupiñán no participó en la votación en la sesión del Consejo del 29 de diciembre, y luego en la del 5 de enero pasado en la que apoyó a los consejeros de minoría, en la aprobación del reglamento para seleccionar al titular de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros, que se lo hará por una terna remitida por el presidente de la República, Guillermo Lasso.
El presidente de la Comisión legislativa, Ferdinan Álvarez, fue más allá y pidió a los consejeros que le digan si han mantenido diálogos o han sido presionados por autoridades del Gobierno, entre ellos, del consejero presidencial Aparicio Caicedo.
Rivadeneira fue la única que recordó que meses atrás se reunieron ella, Almeida, Dávalos, Estupiñán y Rosero con el presidente Lasso y su equipo de trabajo. Aunque no reveló detalles de lo que se discutió.
Sofía Almeida rechazó las críticas de los consejeros adversarios e insistió en que hay grupos políticos que pretenden “mangonearlos e instrumentalizarlos” (a la minoría) para entorpecer los concursos públicos.
Estupiñán volvió a tomar la palabra para responder las preguntas que hicieron los legisladores y dijo que no tenía que explicar por qué no votó con la mayoría por el reglamento para elegir al superintendente de Compañías. Que ella no se debe a la mayoría sino a la ciudadanía.
Explicó que el 29 de diciembre tuvo fallas técnicas en la conexión virtual y no pudo seguir participando de la sesión; y que el 5 de enero apoyó la propuesta legal de Rivadeneira porque era “coherente” con los cambios que ella había planteado días antes.
Pero sostuvo que Almeida suspendió la sesión del 5 de enero de “forma ilegal”, al ver que no tenía los votos para aprobar la normativa.
Su postura -apuntó- “no se fundamenta en una acción política, sino en avanzar en la designación”. Y subrayó: “Exijo que se respete mi independencia. No me voy a amedrentar por los ataques que he recibido en esta Comisión. No he recibido presiones de funcionarios del Estado, no tengo afinidad con ninguna organización política”.
Finalmente, con el voto de los asambleístas de la Comisión se aprobó una resolución para que el CPCCS “desarrolle los concursos de elección de autoridades con transparencia, sin injerencias ni presiones y de manera independiente”. (I)