Luis Álvarez Villamar, exgerente de Operaciones de Decevale, confesó haber recibido $ 3,1 millones de sobornos desde cuentas controladas por Jorge Chérrez Miño (del Grupo IBCorp), así como un departamento en Miami. La confesión es parte de un acuerdo al que llegó con los fiscales estadounidenses en el caso que está relacionado con las inversiones del Instituto de Seguridad de la Policía Nacional (Isspol).

El acuerdo, firmado el 18 de mayo pasado, se hizo público hace pocos días en las cortes de Miami. Álvarez aceptó que recibió sobornos entre 2014 y 2019 pagados por Chérrez Miño para, entre otras cosas, “permitir que las compañías controladas por Chérrez actúen como custodio de las inversiones del Isspol”, cuyo custodio era el Depósito Centralizado de Compensación y Liquidación de Valores S. A., Decevale.

Eso permitió a “Chérrez total custodia y control sobre estas inversiones”, se indica en la información probatoria que respalda la confesión de Álvarez, acusado del delito de lavado de dinero. A lo largo de 22 operaciones financieras, los sobornos superaron los $ 10.000 que se realizaron a través de cuentas de bancos estadounidenses en Florida, añadió el documento.

Publicidad

En ese documento de cuatro páginas y que los fiscales resaltaron que es solo un resumen, se indicó que en el momento en que ocurrieron estos pagos “Chérrez estaba inmerso en un esquema de sobornos en el que Chérrez pagaba coimas a oficiales del Isspol a cambio de que estos usaran sus cargos para ayudar a Chérrez y a las compañías que este controlaba a obtener y retener negocios de inversiones con el Isspol”.

Álvarez sabía que los pagos de sobornos se derivaban, parcial o completamente, de los negocios que Chérrez obtenía del Isspol a través de sobornos, asegura la información probatoria firmada por el propio Álvarez.

Como ejemplo de los sobornos, se indicó que el 14 de septiembre de 2016 Álvarez aceptó el pago de medio millón de dólares en una cuenta a su nombre en Florida desde una cuenta controlada por Chérrez. “La cuenta bancaria controlada por Chérrez era financiada, en gran parte, por los ingresos del esquema con el Isspol”, agregó.

Publicidad

Según consta en el documento, gracias a los sobornos Álvarez llegó a acuerdos, a nombre del Decevale, con Chérrez dándole ventajas. “Específicamente, estos acuerdos disponían que las inversiones del Isspol que manejaban Chérrez y sus empresas sean depositadas directamente con la empresa de Chérrez en Panamá, en un lugar de un custodio sin conflictos de interés aprobado” por el Decevale.

“Eso permitió a Chérrez actuar tanto como asesor de inversiones y como custodio de los activos del Isspol, lo que le dio a Chérrez la capacidad para invertir y usar las inversiones del Isspol sin la vigilancia adecuada” del Decevale, se aseguró en el documento.

Publicidad

La Fiscalía sigue en Ecuador algunas investigaciones y ha presentado cargos contra exfuncionarios del Isspol y de Decevale. A fines de junio realizó allanamientos en las oficinas de Decevale. (I)

Las autoridades de Estados Unidos comenzaron a investigar el caso de las inversiones del Isspol con las empresas de Jorge Chérrez desde fines del año pasado. Estas superan los $ 700 millones con las empresas IBCorp Investments and Business Group (IBCorp) y Ecuador High Yield Bond Fund (Ehybf) entre 2016 y 2020. Supuestamente estas inversiones estaban custodiadas por Decevale, la empresa privada que actúa como custodio en el mercado de valores. Sin embargo, el Depósito se retractó asegurando que no las tenía en custodia.

El gerente de Operaciones de Decevale, Luis Álvarez, firmó contratos con otra empresa de Chérrez, Institutional Custody Services ICS, para que mantuviera la custodia de las operaciones con el Isspol.

En las cortes de Florida se iniciaron procesos contra Jorge Chérrez, que ahora está en México, y contra John Luzuriaga Aguinaga, exdirector de Riesgos del Isspol.

Publicidad

La Fiscalía sigue en Ecuador algunas investigaciones y ha presentado cargos contra exfuncionarios del Isspol y de Decevale. A fines de junio realizó allanamientos en las oficinas del Decevale. (I)