El mundo conoció el poder de destrucción de la bomba nuclear en 1945, cuando Estados Unidos lanzó dos dispositivos sobre Hiroshima y Nagasaki. Ahora, el conflicto Rusia-Ucrania vuelve a poner en la mesa de discusiones las catastróficas consecuencias que deja este poderío bélico sobre una nación y su población.
Cualquier persona puede preguntarse cómo actúa una bomba. La respuesta se traduce en que es la “energía que se libera cuando el núcleo de un átomo es golpeado por un neutrón”, reseñó Squire. Estos explosivos de gran poder contienen uranio, un elemento químico reactivo que produce mucho daño en los humanos.
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Luego de una explosión, las sutancias que quedan en toda el área afectada es nociva para la salud de cualquier humano, personas o animales. La radiación nuclear es contaminante en el suelo y agua y al tocar a los organismo humanos, ingresan en las células causando estragos en el ADN, al punto que las personas sufren de cáncer.
Varias detonaciones en diferentes puntos del Planeta podrían causar un invierno nuclear, provocando incendios y contaminación en las tierras por las lluvias radiactivas, lo que en conclusión desataría una desolación que podría acabar con la civilización. (I)