El Nevado del Ruiz es un estratovolcán que forma parte de la cordillera de los Andes, ubicado a 220 km al occidente de Bogotá (Colombia).
Sus primeras erupciones tuvieron lugar hace 1,8 millones de años, a principios del Pleistoceno; en la actualidad, el humo que emana del cráter de nieve perpetua recuerda a los pobladores de alrededor -quienes no olvidan la devastadora erupción de 1985-, la amenaza constante que significa este coloso.
Publicidad
El Nevado del Ruiz tuvo su erupción más reciente a las 21:09 del 13 de noviembre de 1985. En cuestión de horas una población entera fue arrasada por la avalancha que siguió, y 25.000 personas fallecieron bajo el lodo en el peor desastre natural en la historia del país.
Entonces expulsó tefra dacítica a más de 30 km en la atmósfera. La erupción alcanzó el nivel 3 en el índice de explosividad volcánica. Los lahares, conformados por agua, hielo, material piroclástico incandescente, piedra pómez, arena, lodo y otras rocas, se mezclaron a medida que avanzaban cuesta abajo.
Publicidad
Luis Londoño todavía recuerda ese 13 de noviembre “miedosísimo”. En la noche, un río cercano “rugía” y la gente corría por todas partes “llorando y gritando que eso era el fin del mundo”, indicó a la agencia AFP.
Habitante de Herveo, un municipio cercano al volcán, el hombre teme que la tragedia se repita.
“El temor es grande de que el nevado va a explotar, es el comentario de todo el pueblo”, sostiene el hombre de 65 años que aún no se decide a evacuar.
El Ruiz dio la vuelta al mundo con la imagen de Omaira Sánchez, una niña de 13 años que tras la avalancha que sepultó la ciudad de Armero quedó con el lodo al cuello y las piernas atrapadas en los escombros de su casa.
Alerta naranja
Apodado el León Dormido , el Ruiz atravesó décadas de letargo anteriores a la avalancha de 1985 y hace diez años entró de nuevo en erupción. La amenaza palpita desde finales de marzo, cuando el promedio diario de sismos dentro del volcán pasó de 50 a 12.000.
A partir de entonces, las autoridades aumentaron la alerta de riesgo de erupción de amarilla a naranja y ordenaron evacuar las zonas aledañas al Ruiz, donde unas 57.000 personas están en peligro.
“Los campesinos tienen vacas, caballos, bovinos, caprinos y aves de corral, y eso de alguna manera les impide moverse y hacer la evacuación preventiva (...) por el temor a que se los roben”, reconoció el consejero presidencial Luis Fernando Velasco.
Pero ante las negativas de la mayoría de los lugareños para acatar la orden, el Gobierno nacional adoptó “medidas excepcionales para mover cerca de 80.000 animales (...) desde las zonas de alerta”, según un boletín.
Pocos transitan las trochas escarpadas que circundan el volcán. Uno que otro campesino pasa con su mula y el rostro enrojecido por el frío de unos 3° C. Algunos militares controlan el paso hacia el turístico parque natural que hoy está cerrado.
El presidente Gustavo Petro pidió acelerar la evacuación de unas 7.500 personas que viven en las zonas más cercanas al Ruiz.
A diario el Servicio Geológico Colombiano (SGC) emite boletines sobre la actividad del volcán y aunque los registros son fluctuantes, la alerta se mantiene.
En uno de los más recientes, indicó que la actividad sísmica asociada a fracturamiento de roca en el interior del edificio volcánico continúa localizada en el sector suroccidental del volcán, a profundidades entre 2 y 4 km y a una distancia del cráter entre 2 y 6 km.
El martes 11 de abril, la magnitud máxima fue 1,3 correspondiente al sismo de las 05:03, localizado a 4 km al SW del cráter y alrededor de 3 km de profundidad respecto a la cima del volcán.
El SGC indicó que aunque la actividad del volcán en nivel naranja puede fluctuar y por momentos disminuir con respecto a días anteriores, esto no significa que haya retornado a un menor nivel de actividad.
Para cambiar de nivel y retornar a nivel amarillo se requiere un tiempo prudencial donde se puedan observar tendencias y patrones que permitan inferir la posible disminución de la actividad, razón por la cual se advierte que el nivel de actividad del volcán Nevado del Ruiz permanecerá en naranja por varias semanas.
Durante este tiempo, en caso de que se produzca una aceleración de los procesos que sugieran una erupción inminente o que se produzca la erupción en sí, el nivel de actividad se cambiará a rojo, indica el SGC.
“Nos preocupa que los sismos cada vez se acercan más al cráter y esa, según los vulcanólogos, no es que sea la mejor de las señales”, advirtió el consejero Velasco. (I)