El líder norcoreano, Kim Jong-un, se embarcó este lunes en un viaje de alrededor de un día en su tren blindado hasta Pekín, adelantaron medios surcoreanos, para asistir por invitación del presidente chino, Xi Jinping, al destile militar que tendrá lugar en el país vecino el miércoles.

Kim también viajó en tren en su última visita a China en 2019, entre los rumores de que el líder norcoreano siente aversión a los aviones por cuestiones de seguridad. Se dice que el tren cuente con un vagón restaurante que sirve excelentes vinos franceses y platos como langosta fresca.

“Kim abandonó Pionyang a bordo de un tren esta tarde y se encuentra actualmente de camino”, informaron fuentes conocedoras de los movimientos del líder a la agencia de noticias Yonhap.

Publicidad

Se espera que Kim, que tardará entre 20 y 24 horas en llegar a su destino, se estrene en el escenario diplomático multilateral en la capital china, donde además de reunirse con Xi, coincidirá con el presidente ruso, Vladímir Putin, con el que ha estrechado vínculos en los últimos años.

Kim está entre los líderes de los 26 países que tienen previsto asistir al desfile, un acto conmemorativo del final de la Segunda Guerra Mundial en la que Pekín pone especial énfasis en la rendición de Japón, que marcó el fin de la contienda y puso fin a la colonización japonesa de territorio vecinos, entre ellos de China.

Será la primera vez desde que asumiera el poder en 2011 con el fallecimiento de su padre, Kim Jong-il, que el actual mariscal norcoreano asiste a un evento multilateral de estas características. Su abuelo y fundador de Corea del Norte, Kim Il-sung, asistió a un destile militar en Pekín en 1959.

Publicidad

La presencia de Kim en Pekín, adonde está previsto que llegue en la tarde noche del martes, sentaría las bases para una posible y sin precedentes reunión a tres bandas con Xi y Putin, en un potente mensaje entre los tres aliados críticos con Estados Unidos.

Los lazos entre Pekín y Pionyang venían deteriorándose en los últimos tiempos en detrimento de un fortalecimiento de la cooperación entre el hermético país peninsular y Moscú, materializado en un acuerdo con una cláusula de asistencia militar mutua en caso de agresión y la movilización de tropas norcoreanas para participar en la invasión de Ucrania.

Publicidad

Además de una oportunidad para China para exhibir músculo ante EE.UU., para Kim esta será una ocasión de oro de regresar a los focos tras el aislamiento al que sometió a su país por la covid y tras su último viaje al extranjero a Rusia en septiembre de 2023, cuando ambos países se encontraban gestando el mencionado pacto de asociación estratégica que ha llevado sus vínculos a una nueva fase. (I)