Más de doce mil kilómetros separan a Guayaquil de Tel Aviv. Esa fue la distancia que el guayaquileño Roberto Estrada recorrió para, junto a su hija, conocer ciudades israelíes en un tour que habían planificado con antelación. Jamás imaginó verse involucrado de alguna manera en el conflicto que, desde hace décadas mantienen Israel y Palestina, hasta que el terror se desató el fatídico sábado 7 de octubre.

Sentirse cerca del conflicto le hizo encarar de cerca la realidad de alerta que deben vivir los habitantes debido a este conflicto largo, sangriento y sin una resolución cercana que durante décadas ha marcado Medio Oriente.

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Ni siquiera la frase del guía del tour que les dijo: “No se preocupen, porque estadísticamente más personas en Israel se mueren por accidentes de tránsito que por caída de cohetes”, tranquilizó a Roberto Estrada, de 51 años, quien había arribado el pasado 30 de septiembre a Israel y tenía prevista su salida pasado el lunes 9 de octubre, aunque debido al atentado esto finalmente no se pudo dar.

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En diálogo con Diario EL UNIVERSO, Estrada contó que su llegada a Israel se dio en un viaje de paseo con su hija que se planificó durante meses.

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“Israel es una nación que encierra miles de años de historia que uno la quiere vivir en persona después de haberla leído y estudiado a lo largo del tiempo. Entonces, esta era una linda oportunidad para estar presente en este sitio donde tantas cosas han sucedido a lo largo de la historia de la humanidad”, relató.

Durante los primeros días conocieron varios sitios turísticos, como Belén, Cafarnaúm o los Altos del Golán. Sin embargo, el sábado 7 de octubre era el turno de su último tour para ir al desierto de Masada y al mar Muerto. La hora de salida fue a las 06:30 desde su hotel y se trasladaron a Jerusalén para recoger a más turistas.

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En camino a esa ciudad, el guía les notificó que había incidentes en la Franja de Gaza, pero los tranquilizó debido a la seguridad que Israel siempre ha mantenido al vivir ese largo conflicto.

Tras hacer una parada en Jerusalén y para dirigirse a su destino, el guayaquileño notó un cambio en el rostro del guía y se les anunció que la situación era complicada, por lo que la disposición era cancelar los tours y movilizaciones y emprender los retornos a los hoteles.

Encerrarse en búnkers

“El día sábado fue el día más complicado, porque estuvimos ya de vuelta alrededor del mediodía en el hotel y en la tarde comenzaron a sonar sirenas. En el hotel nos dieron la disposición y nos dijeron que cada vez que sonaran las sirenas, que eran una señal de alarma, teníamos que inmediatamente bajar al sótano del hotel hasta segundo aviso”, explicó.

Al menos cuatro veces sonó la alarma ese sábado, lo que cambió la experiencia que estaban viviendo.

Personas dejaban víveres en las calles de Tel Aviv. Foto: Cortesía

Estrada señala que han escuchado la intervención del llamado Domo de Hierro, un sistema de defensa aérea con el que cuenta Israel. Recuerda sonidos similares a truenos que significaban la neutralización de misiles.

Uno de los momentos que más lo impactaron y que evidenció que la situación podría escalar a más fue cuando el primer ministro Benjamin Netanyahu declaró que estaban en guerra ante los ataques.

Búsqueda de vuelos

El domingo comenzó la incertidumbre, ya que ese día le llegó un correo donde una aerolínea anunciaba la reprogramación del vuelo que tenía su hija con destino a Alemania al día siguiente. “Obviamente, yo no podía salir el día lunes, irme a España y dejarla sola en Tel Aviv”, recuerda.

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Ante esto, movió su vuelo a Madrid para el martes y así cerciorarse de que su hija también pudiera dejar el país. Para poder cubrir una eventualidad también le compró un pasaje a su hija hacia Madrid, en caso de que se suspendiera su vuelo, situación que terminó pasando el martes.

Durante este tiempo verificaba la situación del aeropuerto. Al dirigirse el martes hacia allá y llegar a la terminal aérea le llegó un correo donde se indicaba que el vuelo a Madrid se cancelaba.

“Se me heló la sangre, porque ya el taxista nos estaba dejando en la entrada del aeropuerto”, indicó.

Al no poder comunicarse con un número telefónico de la aerolínea ni haber personal en el counter, Estrada tuvo que buscar una alternativa. Al trabajar en una empresa multinacional que cuenta con protocolos de seguridad cuando sus trabajadores están en riesgos, se comunicó con ella. Tras una hora le consiguieron un vuelo a Chipre.

Ya no podían volver al hotel, porque se había tomado la disposición de cerrarlo por seguridad, y le dieron una alternativa en caso de que no pudieran abandonar Israel.

Roberto Estrada y su hija se encontraban realizando turismo en Israel cuando se dio la incursión. Foto: Cortesía

También se comunicó con la dependencia diplomática ecuatoriana en Israel. “Me atendieron muy amablemente y lo que me dijeron fue que la situación todavía era de alerta amarilla y que no había ninguna disposición de un vuelo humanitario; y en caso de pasar a alerta roja, obviamente ahí sí se activaría el protocolo de vuelo humanitario. Entonces, usted tiene que poner las alternativas, las opciones”, narró.

Debido a que el vuelo a Chipre era una certeza y estaba confirmado, decidieron tomarlo. Salieron alrededor de las 13:00 del miércoles hasta Lárnaca, en esa isla. Allí tomarán destino hacia Madrid.

Dentro del aeropuerto conocieron a un ecuatoriano que también buscaba abandonar el país y quería tomar la opción de viajar a Chipre; sin embargo, no lo podía realizar ya que no contaba con una visa Schengen.

Momentos críticos

Estrada relató que dentro de su experiencia hubo dos momentos en los que se logró evidenciar la situación: uno de estos fue la activación de las sirenas de alerta y otro fue el sobrevuelo de helicópteros sobre la ciudad el domingo.

“No hay nada que se pueda comparar con la palabra guerra. Cuando usted escucha que alguien dice y, sobre todo, el número uno de un país dice: ‘Estamos en guerra’, es algo que conmociona. Entonces, nosotros deberíamos valorar más que nunca, sin minimizar la realidad que vivimos en el Ecuador, el tema de que no estamos en un conflicto bélico con ningún país”, manifestó.

Añade que los sistemas diplomáticos deben contar con un soporte para estos casos en que se requieren documentos adicionales para abandonar un país en guerra, así como canales adecuados de comunicación.

Repatriación de connacionales

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador indicó que no se han registrado hasta el momento ciudadanos ecuatorianos entre las víctimas. María Concepción Barahona, embajadora de Ecuador en Israel, indicó que más de 1.000 ecuatorianos se encontraban en Israel el pasado sábado, 7 de octubre, entre residentes y turistas.

Para repatriarlos se ha gestionado un vuelo humanitario. El avión podría estar llegando desde este jueves 12 hasta el domingo 15 de octubre.

Desde el pasado 7 de octubre, Israel se encuentra en un estado de alerta ante el ataque que recibió de la milicia islamista Hamás, que incursionó por vía aérea, terrestre y marítima.

Con el paso de las horas se dieron a conocer imágenes y videos del violento ataque y de la reacción de Israel contra edificaciones en la Franja de Gaza.

De acuerdo con cifras oficiales hasta el miércoles, en Israel han muerto 1.200 personas, y en Gaza otras 1.055. (I)