A dos semanas de las elecciones legislativas, Colombia vive un incremento de la actividad de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de las disidencias de las FARC, así como del Clan del Golfo que atacan a líderes sociales y desmovilizados y tienen a las comunidades atemorizadas.

El principal objetivo de los grupos criminales ha sido la fuerza pública, especialmente en los convulsos departamentos de Arauca y Norte de Santander, en el este del país y ambos fronterizas con Venezuela, así como en el Cesar (norte), y en las regiones del norte del Cauca y el Bajo Cauca antioqueño, en el oeste de Colombia.

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Foto de archivo tomada el 25 de mayo de 2019, en que aparece el comandante Uriel del frente Ernesto Che Guevara, perteneciente a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Uno de los principales líderes guerrilleros del ELN, Uiel fue asesinado en un operativo militar en el noroeste de Colombia.

Carlos Enrique Moreno, profesor de la facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, aseguró a Efe que con estos ataques lo que buscan mostrar los grupos armados en la época de las elecciones es la fuerza que todavía tienen.

Grupos armados se expanden durante la emergencia por coronavirus en Colombia

El presidente de Colombia, Iván Duque. EFE/ Vanessa Teran Collantes Foto: EFE

“Buscan demostrar que un candidato en algún momento decía que iba a proveer y retornar la seguridad no lo está haciendo (en referencia a la propuesta de campaña del presidente Iván Duque). Es una demostración de fuerza, no tanto que sean fuertes (...) sino que tiene una connotación de demostrar la incapacidad de las autoridades”, declaró. (I)