Luego del terremoto que sacudió Manabí en 2016 muchos ecuatorianos se quedaron sin casas, sin sustento para sus familias y perdieron amigos y allegados. Al ver lo que pasaba en su provincia, Orazio Belletini no dudó en regresar a su tierra y ayudar en lo que se podía.

Entre los escombros, el caos y la penumbra que hubo en aquellos meses, Orazio se dio cuenta de que la gastronomía es la esencia de la cultura manabita. En medio del dolor que generó la tragedia, los manabitas se daban el tiempo de preparar los platos típicos para brindar a voluntarios y personas que lo requerían.

Iche también es una escuela especializada en gastronomía manabita y, a la vez, un laboratorio de innovación culinaria. Foto: cortesía

Se armaba una conversación sobre cómo preparar una receta, de su historia. Luego, con una comida caliente se buscaba olvidar, por unos minutos, lo que se vivía. Esto le pareció a Orazio que debía resaltarse y comenzó a emerger la idea, que se empezó a construir en 2018, y que luego abrió sus puertas en 2021, del restaurante Iche San Vicente.

Publicidad

“Fue una corazonada, un acto de fe, de esperanza el apostarle a la gastronomía”, indica Orazio. Es que no es solo un restaurante. Iche también es una escuela especializada en gastronomía manabita y, a la vez, un laboratorio de innovación culinaria.

Sus estudiantes aprenden la teoría y la aplican en un entorno real que es el restaurante al que puede acceder todo el público. En el laboratorio se experimenta con las recetas para poder dar toda una experiencia gastronómica a los comensales. Además, se impulsa la creación de productos manabitas con valor agregado.

La escuela Iche ya ha logrado graduar a seis promociones de estudiantes (cerca de 100) que obtienen un certificado avalado por el Ministerio del Trabajo. En pocos días está previsto que se incorpore la séptima promoción.

Publicidad

Su historia inició tras el terremoto del 2016 y ahora es un ejemplo gastronómico: Iche San Vicente, el restaurante que busca revolucionar la cocina manaba

La mayoría de alumnos son de Manabí y pertenecen a sectores urbano-marginales. La escuela tiene un programa de becas financiado por empresas privadas y otros donantes. Varios de los graduados han ganado premios nacionales e internacionales.

“Lo más importante es que han regresado a sus comunidades, a sus lugares de origen para contribuir con el bienestar de su familia, de sus barrios. Nosotros formamos cocineros, pero también líderes, agentes de cambio que usan la gastronomía para iniciar procesos de emprendimiento que generen empleo, que recuperen autoestima, cultura”, dice Orazio.

Publicidad

Leidi Valencia Chila es una de las jóvenes graduadas de la primera promoción: “Aprendimos haciendo, desde el respeto por nuestras raíces y la cocina manabita. Lo que más me marcó fue el extensionismo: salir a trabajar con las comunidades, escuchar a los productores, conocer las historias detrás de cada ingrediente. Iche me enseñó que cocinar también es una forma de cuidar la memoria y defender el territorio”.

Leidi Valencia Chila es una de las jóvenes graduadas de la primera promoción de la escuela Iche. Foto: Cortesía.

Indica que la cocina no es solo para servir platos, sino para contar historias, defender los productos locales, generar economía en las comunidades y para mostrar, con orgullo, lo que es el pueblo cholo montuvio.

“Iche me conectó con personas que hoy son aliadas, compañeras de lucha, socias en los sueños. Salí de ahí con herramientas técnicas, pero también con fuerza para liderar procesos comunitarios, como el turismo con identidad, los proyectos con enfoque de género, y la revalorización de nuestras prácticas alimentarias”, añade.

Ella logró impulsar un negocio familiar: El Complejo Restaurante y Bar. Además ha ganado premios a nivel nacional como el Reto Gastronómico Dinners 2021 y Cuchara de Oro 2023.

Publicidad

Manabí como Región Gastronómica Mundial 2026

En junio de 2025, Iche San Vicente fue uno de los protagonistas de la proclamación de Manabí como Región Gastronómica Mundial 2026. El reconocimiento fue el resultado de un trabajo colaborativo entre actores del territorio, instituciones públicas y organizaciones como Fuegos.

Durante el evento, al que asistieron representantes del Ministerio de Turismo, la Prefectura de Manabí y otras entidades, se exaltaron no solo los sabores de la provincia, sino también el papel de Iche como catalizador de una economía más sostenible, con jóvenes al frente de cocinas, laboratorios y emprendimientos gastronómicos.

Iche San Vicente está ubicado en la provincia de Manabí, en la localidad de San Vicente. Foto: cortesía

“Este reconocimiento no es solo para Manabí, es para todo el país. Gracias a su tradición, cultura y talento, Ecuador se proyecta al mundo como un destino gastronómico con identidad. Iche y la Fundación Fuegos han sido clave al sumar investigación, conocimiento y pasión por su territorio,” indicó Mateo Estrella, ministro de Turismo.

Un laboratorio que innova, pero con identidad

La idea de crear un laboratorio que experimenta con recetas tradicionales está más desarrollada en mercados como el europeo. En Ecuador si bien hay iniciativas puntuales que buscan replicar este proceso, no es muy común el concepto. Pero Iche Labs quiere derrumbar mitos y experimentar con identidad.

“Hay que agregarle valor a los productos no solo de Manabí sino de Ecuador. Sin embargo, nuestro desafío, desde Iche, es formar a jóvenes no solo en gastronomía sino en identidad, que sean conscientes de la riqueza que tiene Manabí. Por ejemplo, hay 16 tipos de maní y cada uno tiene una preparación diferente y eso muy pocas personas lo saben. Con eso se puede hacer aceites, cremas, salsas. En Manabí se produce históricamente vinagre de guineo, pero está olvidado, subvalorado”, afirma Orazio.

Sin embargo, están conscientes de que existe un gran debate sobre cuánto porcentaje hay que innovar para no cambiar la base de la comida o productos típicos. En Iche creen que para que una cultura se mantenga viva y se proyecte al futuro tiene que conservar su identidad, pasarla a las siguientes generaciones, pero al mismo tiempo debe innovar.

Estudiantes de la escuela culinaria Iche se preparan para también ser líderes en sus comunidades. Foto: cortesía

Por esto que desde el laboratorio se ha colaborado con empresas productoras para crear, por ejemplo, un aceite comestible macerado con hierbas manabitas como cilantro de pozo y oreganón.

También ayudaron a una compañía en la creación de una premezcla que no tenga harina de trigo. Se mezcló harinas de verde, arroz y cascarilla de cacao. Con esto se pueden hacer pancakes, pasteles, entre otros productos.

Instituto tecnológico

Por el impacto que ha logrado, la escuela pasará a ser un instituto tecnológico de educación superior y podrá emitir un título de tercer nivel con una formación de 24 meses. Por ahora, está en el proceso de aprobación, pero la idea es que tenga tres carreras: Gastronomía, Turismo gastronómico y Procesamiento de alimentos.

Se tiene previsto que en 2026, año en el que Manabí será designada como Región Mundial de Gastronomía, se abra el instituto. (I)