No hay apatía de universitarios ante elecciones, pero sienten que los candidatos no los escuchan

Apatía es lo que menos se percibía el 3 de octubre, dos días después del debate presidencial televisado, en los alrededores del auditorio de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), donde se hizo el conversatorio con los candidatos Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana (RC), y Daniel Noboa, de Acción Democrática Nacional (ADN).

Ávidos por despejar dudas de los presidenciables, centenares de estudiantes hicieron fila para ingresar al acto, muchos se quedaron fuera, incluyendo grupos que llegaron de otras universidades.

¿Es verdad que los jóvenes universitarios no se interesan en política? La expectativa por escucharles reflejaba lo contrario, al igual que los comentarios en los pasillos, como el que afirmó que “Noboa está más preparado que el bachiller (y actual presidente de la República Guillermo) Lasso” o la que quería conocer si González ayudará a preparar el camino para el regreso del sentenciado Rafael Correa, líder de la RC y residente en Bélgica tras gobernar una década (2007-2017).

Rannia Manzur, vicepresidenta de la Federación de Estudiantes Politécnicos del Litoral, fue una de las personas que hicieron planteamientos a los dos candidatos ese día, pero el tiempo de las preguntas fue corto ya que decenas se quedaron sin hacerlas.

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Ella como estudiante de Ingeniería en Materiales valora estos espacios en los que los jóvenes pueden escuchar a los postulantes a la Presidencia de la República fuera de los post de las redes sociales, es una oportunidad de expresar sus demandas. “Si no sabemos qué ocurre en el país y salimos al mercado laboral, no sabremos ni dónde estamos parados, nos va a salir, como dicen, el tiro por la culata”, dice Manzur.

Asignar un voto informado es uno de los fines de Romina Valarezo, estudiante de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad de Guayaquil. Ella anuló su voto en la primera vuelta, pues ningún candidato la convenció. “A ninguno lo considero totalmente capaz de liderar, pero la segunda vuelta es una responsabilidad más importante”.

Sin embargo, no nota apatía en su generación respecto a la política. Lo que sí percibe es el peso que pone la gente joven en las impresiones que dan los candidatos en redes sociales.

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“Es necesario votar por alguien porque es parte del derecho de la democracia, pero la política tiene sus mañas y ha sido embarrada. Hay tanta información, ya no se sabe qué es cierto”. Ella espera que el candidato que gane invierta en la educación superior, especialmente en campos de estudio como tecnología y ciencias.

Jeremy Uzca, quien cursa la carrera de Economía en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), considera, en cambio, que la problemática más urgente para los presidenciables es la inseguridad, aunque “no espera mucho de ellos” debido a la falta de recursos y al corto plazo de sus eventuales periodos. “Da pena decirlo, pero con que logren darnos la tranquilidad de llegar seguros a nuestras casas en este corto periodo que tendrán (hasta 18 meses) es más que suficiente”.

La percepción de que la gente joven siente apatía hacia la política es errónea para Diego Concha, de 21 años, quien estudia Ciencias Políticas en la Universidad Casa Grande.

No es que a los jóvenes no les interese la política, afirma, pues nota entusiasmo de amigos suyos y de personas en redes respecto a mecanismos políticos. “Sienten que los políticos no los escuchan. Si hablas con alguien con quien quieres conectar sobre algo que te preocupa y sientes que te ignora o no recepta tus opiniones, ¿quisieras seguir hablando con esa persona? No”.

La falta de solidez de los proyectos políticos del país, la polarización de los partidos y la volatilidad del escenario son algunos de los problemas que más le preocupan a Concha. Esto, añade, genera que la opinión pública sea cada vez más volátil, causando odio y resentimiento en la gente.

Considera, además, que ninguno de los dos candidatos ha logrado conectar con los jóvenes y con otros grupos, y que ambos presidenciables no han entrado a suficiente detalle en cuanto a sus propuestas referentes a la educación.

“Si no tienes acciones concretas y exactas para un gobierno de año y medio, ¿cómo vas a planear uno de cuatro?”.

El acceso a la educación superior gratuita es otra de las demandas de los jóvenes.

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Los últimos indicadores sobre el acceso a la educación superior muestran que durante los dos semestres del 2022 postularon un total de 383.395 personas, de las que 206.959 aceptaron un cupo en la educación superior pública, es decir, 176.436 no pudieron acceder, el 46 % del total de los postulantes no lo consiguieron.

Este porcentaje fue del 47 % en 2019, antes de la pandemia del COVID-19, con lo que se concluye que no hay avances debido a las limitaciones que impiden ubicar a más jóvenes con un cupo.

El total de matriculados en las universidades y escuelas politécnicas del país en 2022 fue de 791.186 estudiantes, de los que el 64,2 % estaba en los centros públicos, el resto en los particulares.

Del 2015 al 2021, el registro de matrícula experimenta un crecimiento anual promedio del 4,03 %. A estos se suman los 129.101 matriculados en los institutos superiores tecnológicos, con lo que la población cursando el tercer nivel en 2022 suma 920.287 personas.

Sin embargo, la brecha y el rezago educativo permanecen, ya que el último censo determinó que en Ecuador hay 1′826.106 personas que tienen entre 18 y 23 años de edad, periodo en el que se debe cursar la educación superior, es decir, el total de matriculados cubre un poco más de la mitad de la población que debería estudiar el tercer nivel.

De nueve centros de educación superior de Guayaquil en los que se indagó sobre actos con los presidenciables, tres no organizaron ninguno.

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De las seis universidades restantes, Noboa acudió a cinco y en la sexta pidió la reprogramación de la fecha del evento. González se presentó en dos, a otras tres no acudió y también solicitó el cambio de fecha en la sexta (Casa Grande).

Manzur es de Ventanas (Los Ríos) y en Guayaquil vive en el centro sur de la ciudad. Desde allí se traslada a la Espol en el transporte público, por lo que palpa el nivel de inseguridad. “De lo que he escuchado esa es una de las principales demandas. La seguridad es lo más básico porque creo que las oportunidades sí se dan cuando uno se esfuerza”.

Ella fue víctima de robo en enero pasado en un paradero del suroeste de la ciudad, justamente cuando se trasladaba a la Espol, donde estudia.

Tiktok como nuevo escenario de campañas políticas

Las campañas gastan cada vez más dinero en sus estrategias digitales en un esfuerzo por alcanzar a votantes jóvenes de 16 a 28 años, que representan el 44 % del electorado.

La red social TikTok es la segunda más popular en el país detrás de Facebook y es la de mayor crecimiento anual a nivel mundial. Las personas de hasta 25 años del país son las más presentes en la aplicación, de acuerdo a Alejandro Varas, experto en esta plataforma, y se ha convertido en una fuente popular de análisis, noticias y sátira política para sus usuarios jóvenes.

Candidatos se humanizan en redes

El contenido auténtico es el que más atrae al electorado joven presente en TikTok. Por esto es común ver a los candidatos bailando, siguiendo tendencias, mostrando sus actividades cotidianas o haciendo ejercicio, aunque esto también podría generar rechazo si se lo percibe como forzado o acartonado, según expertos.

Menciones negativas en TikTok

De acuerdo con la plataforma de medición de datos de redes sociales Social Alert, las mujeres hablan más negativamente sobre la candidata Luisa González en TikTok, mientras que los hombres cuestionan más al otro presidenciable, Daniel Noboa.

Cada vez más alcance en redes

Los políticos pueden amplificar cada vez más sus discursos en TikTok. González tiene 302.000 seguidores en la plataforma, mientras que Noboa registra 827.000, más del doble. (I)