Las cocineras de la Fundación Clemencia tenían las manos llenas. Cortaban piña en rodajas, separaban pulpa de sandía de sus cáscaras, fileteaban trozos de pollo crudo y removían ollas gigantes, una con menestrón (sopa) y otra con arroz blanco.
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Sin embargo, en la empresa privada se ha encontrado supermercados que apoyan a albergues.
Las cocineras de la Fundación Clemencia tenían las manos llenas. Cortaban piña en rodajas, separaban pulpa de sandía de sus cáscaras, fileteaban trozos de pollo crudo y removían ollas gigantes, una con menestrón (sopa) y otra con arroz blanco.
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