El no ganó en las ocho preguntas del referéndum a nivel nacional, según los resultados preliminares del Consejo Nacional Electoral (CNE), pero el sí triunfó en los planteamientos 1 y 3 en Galápagos, Guayas, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Tungurahua. Coincidiendo en provincias y cantones con altos índices de muertes violentes e inseguridad.

Si bien el apoyo a la opción sí en esas provincias y preguntas no alcanzó para que finalmente se imponga sobre el no, se dio una reducción del margen. La inseguridad fue protagonista en el reciente proceso electoral y pesó en las decisiones ciudadanas.

En la pregunta uno gana el no con el 51,80 % de los votos válidos frente al 48,20 % del sí, una diferencia de 3,6 puntos.

Publicidad

El planteamiento uno era sobre permitir la extradición de ecuatorianos que hayan cometido delitos relacionados con el crimen organizado transnacional, y la tres iba a implicar la reducción del número de asambleístas cambiando los criterios de selección.

La pregunta uno es aprobada en provincias donde hay un alto nivel de percepción de inseguridad, que son Guayas y Pichincha, las dos más pobladas y en las que los hechos violentos tienen más opciones de ser registrados por los medios de comunicación y hay la viralización de estos contenidos en redes sociales.

Fernando Carrión, arquitecto y experto en seguridad, afirma que en este resultado hay un peso considerable del tema de la percepción de inseguridad, lo que se deriva de los hechos de violencia.

Publicidad

Sin embargo, este factor no fue suficiente, agrega, ya que la campaña por el no en la práctica fue un aluvión que generó un resultado favorecedor a esa última opción.

El régimen puso más énfasis en esta pregunta de la extradición; fue por la que más campaña hizo”, afirma Carrión, de ahí que tenga un margen menor de diferencia entre el sí y el no respecto al resto de planteamientos.

Publicidad

“Hay la combinación de tres cosas: la campaña por el sí del Ejecutivo, la campaña por el no (de la oposición) y la realidad de cada una de estas provincias en términos de la percepción, lo cual no quiere decir que sean las más violentas. De todas maneras, en los lugares donde hay más violencia también hay una tendencia de que haya mayor percepción; pero en algunos casos eso no ocurre, porque hay un mayor peso, por ejemplo, de temas ideológicos y políticos”, asegura el especialista.

Las provincias más pobladas (Guayas y Pichincha) son las que generan mayor influencia en el cómputo general de las respuestas sí o no. “En otras palabras, zonas como Galápagos, que tienen poca población, no incidieron en el cómputo total”.

En la parroquia Tarqui de Guayaquil el sí gana en la pregunta uno con un apoyo del 61,29 % de los votos válidos. Es la parte de la ciudad que abarca zonas populosas y agobiadas por la inseguridad, como Florida, Prosperina, Juan Montalvo, Socio Vivienda, Martha Roldós, entre otras.

En las parroquias del centro de la ciudad y sus inmediaciones también gana el sí en la pregunta uno, con más de 60 % de los votos válidos.

Publicidad

Mientras que en las parroquias Febres-Cordero (que incluye zonas como Puerto Lisa, Batallón del Suburbio, Estero Salado) y Ximena (Esteros, Acacias, Fertisa, Isla Trinitaria, Pradera, Guasmo y Malvinas) triunfa el sí con el 54,88 % y 55,79 %, en su orden.

Jorge Villacreses, experto en seguridad, coincide en que el apoyo al sí en la pregunta uno en ciertas provincias y cantones es motivado por el afán de que los niveles de seguridad mejoren, al permitir la extradición de personas vinculadas al narcotráfico.

“La deducción es que la ola delincuencial, que incluye a las bandas internacionales enquistadas dentro del Ecuador y tienen atemorizadas a toda una población, de alguna manera impulsó el apoyo al sí ya que podría haberse generado que los capturados y procesados que son parte de estas organizaciones del crimen transnacional, como el narcotráfico y el tráfico de armas, estos cabecillas puedan purgar la pena fuera en el exterior, ya que el sistema penitenciario ecuatoriano es permeable y desde allí siguen liderando las bandas, desde los centros de reclusión del país”, indica.

En las cárceles de Estados Unidos se garantiza una reclusión con una comunicación regulada y estricta con el exterior, incluso, afirma Villacreses, hay un tiempo específico de horas de sol, por lo que los narcotraficantes quieren evitar a toda costa ser extraditados a ese país.

Hay ejemplos que reflejan esta realidad como en su momento ocurrió en la década del noventa con Pablo Escobar, en Colombia, y en la actualidad con el narco mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos por varios delitos de narcotráfico y quien ha pedido cumplir su pena en México.

Esto luego de que se escapó de dos cárceles mexicanas. La última huida fue en julio de 2015 cuando huyó a través de un túnel que salía de su baño.

En la provincia de Esmeraldas, por ejemplo, otra de las más afectadas por el crimen organizado, el sí obtuvo el 49,95 % de los votos válidos en la pregunta uno, es decir, estuvo muy cerca de superar al no.

De hecho, en la capital de esta provincia ganó el sí en las ocho preguntas del referéndum y la pregunta uno tuvo un amplio margen de apoyo al acaparar el 57,48 % de los votos válidos.

Las provincias de Guayas y Esmeraldas concentran el mayor número de muertes violentas con 2.000 y 511, en su orden, durante 2022, según cifras del Ministerio del Interior.

Esmeraldas es la provincia con la mayor tasa de homicidios intencionales del país con 77,4 crímenes por cada cien mil habitantes. Sigue Guayas con 44,4 por cada cien mil pobladores.

También fueron de donde más se incautaron armas, un total de 3.194 en Guayas, que está primera a nivel nacional en este ranking, y 910 en Esmeraldas, lo que deja a esta provincia en tercer lugar superada por Los Ríos, donde se recopilaron 928.

A nivel nacional se incautaron 9.380 armas ilícitas entre enero y diciembre del 2022. La mayor parte son revólveres (38,3 %), pistolas (25 %), cartucheras (13,1 %) y escopetas (11,4 %). El listado de armas de fuego incluye a carabinas (5,9 %), subametralladoras (1,8 %), fusiles (1,4 %), otras armas cortas (1,3 %) y rifles (0,2 %).

“Todo esto es un tema político. Finalmente ganó el no a nivel nacional y con ello se expresa un rechazo a este Gobierno, uno de los culpables de lo que sucede, no tanto en el nivel delincuencial, pero si por la falta de empleo y de oportunidades en lo económico. Entonces, la gente votó no en rechazo al presidente de la República Guillermo Lasso y a su régimen como tal”, asegura Villacreses.

La pregunta tres es la que menos margen tiene, luego de la pregunta uno, entre el no y el sí, una diferencia de 6,6 puntos.

El resultado de la pregunta tres, que implicaba la reducción de asambleístas, en las provincias de Galápagos, Guayas, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Tungurahua, refleja un descrédito de la política, afirma Carrión.

“Eso ha sido clarísimo en estas elecciones: la gente ya está harta de los políticos. Algunos resultados en términos de personas, como José Castillo en Loja, Carlos Falquez Batallas en Machala, Andrés Paéz en Quito, Marcelo Cabrera en Azuay, Paúl Carrasco en Cuenca y Nicolás Lapentti en Guayas (quienes buscaban continuar su vida política en cargos públicos, pero todos perdieron), reflejan un descrédito muy fuerte de la política que se expresa en una mayor votación positiva por esa pregunta (3) y en no votar por estos personajes que uno supondría tienen un peso importante”.

Lo que sí es claro es que la violencia influenció más que nunca en estas elecciones 2023. “El principal tema de la campaña fue la seguridad; no hay candidato a prefecto o alcalde que no haya topado esta temática. Eso se ve en la consulta, solo por el simple hecho de que haya varias preguntas formuladas en ese sentido, como la pregunta uno y la dos sobre la Fiscalía (que buscaba dar una mayor autonomía a este organismo que investiga los delitos)”, indica Carrión.

El gran elector en estos comicios, dice, fue la violencia. El 2022 fue el año más violento, con 4.539 homicidios, más del doble de los registrados durante 2021, cuando se dieron 2.048 crímenes.

“Estas elecciones son las más violentas que hemos tenido a lo largo de toda la historia del Ecuador. Dos candidatos a alcaldes asesinados y quince atentados terroristas, algunos de ellos cometidos por sicarios...”.

Una de las fallas fue la campaña del sí del régimen. “Estas elecciones del 5 de febrero fueron una combinación entre selecciones nacionales y locales, pero no se estableció ninguna mediación entre lo uno y lo otro. Los de la campaña por el no sí vincularon la de la consulta con la de los distintos candidatos en provincias y cantones; el Gobierno no lo hizo”, asegura Carrión.

La campaña por el no fue enarbolada principalmente por el movimiento de la Revolución Ciudadana y Pachakutik, y los resultados preliminares del CNE para los cargos seccionales son favorables a esas dos organizaciones políticas.

Al analista le preocupa que no haya una óptima lectura de los resultados de estas elecciones por parte del régimen. En los sufragios del 2021, que llevaron a Guillermo Lasso a la Presidencia de la República, sí se dio una interpretación adecuada, puntualiza.

“Allí hubo un peso muy importante de la centroizquierda; por eso, Lasso se alía en la Asamblea con Pachakutik y la Izquierda Democrática. Pero con la crisis que deviene de los resultados actuales, no se leen bien los resultados y Lasso se va más a la derecha, lo que le abre nuevos conflictos con los pueblos y nacionalidades indígenas y los pueblos emergentes, pese a que el país se va yendo hacia la centroizquierda”, asegura Carrión. (I)