Una denuncia en redes sociales en la que se da cuenta de que varios perros fueron asesinados a balazos y machetazos en la parroquia rural Quingeo, en el suroeste de Cuenca, se viralizó y causó indignación a los internautas.

Vecinos del lugar comentaron que esta fue una reacción, porque los dueños se negaban a controlarlos y los canes ya habían matado a algunas ovejas.

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Las escenas eran fuertes. Había perros sangrando y con agujeros en las costillas. En una de las imágenes se observaba a un hombre recostado apuntando con un objeto negro que parecía un rifle mientras otro lo acompañaba.

La cuenta de Twitter llamada Bloque Defensores An, en cuyo perfil se definen como “la primera organización/conglomerado nacional animalista de organizaciones y activistas del Ecuador”, subió la tarde de este lunes las fotografías con las que denunciaron que tres perros murieron y uno más quedó herido.

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Pero al indagar sobre el asunto se conoció que esto ocurrió la semana pasada y los causantes fueron los habitantes de la comunidad Monjas, conformada por unas 700 personas.

Miguel (nombre protegido), un vecino del lugar, contó que, si bien el acto es bárbaro, no fue del todo maldad, sino más bien una reacción indignada de la población, porque los perros se dedicaban a matar a las ovejas de los vecinos.

Dijo que le constaba que los habitantes de Monjas intentaron hablar con el dueño de los perros, según él de apellido Quezada, pero que este hizo caso omiso al pedido de la gente. Contó que él también fue víctima de los canes, pero decidió no tomar justicia por su propia mano.

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Como un antecedente adicional relató que los dueños de los animales muertos también los descuidaban y dejaban a su suerte por una o dos semanas, por lo que cree que también actuaron por instinto frente a la falta de alimento. “Se iban y volvían a los quince días sin dejarles comida; ellos también fueron maltratados”, contó.

La denuncia por este caso ya fue puesta en la Fiscalía del Azuay para ser investigada. Este Diario pidió información al teniente político sobre este incidente, pero respondió que no tenía autorización y que el único vocero es el gobernador del Azuay. (I)