Ecuador necesita un respiro para levantar su economía, golpeada por los efectos de la pandemia de COVID-19. Días atrás, el presidente electo, Guillermo Lasso, adelantó la hoja de ruta de su gobierno para restar espacio a los contagios de SARS-CoV-2: Un plan masivo de vacunación.

“Al embajador (de China) le he dicho que no es suficiente que nos hayan vendido dos millones de dosis -de las que han llegado un millón-, sino que necesito que nos vendan al menos siete millones más... También he hecho gestiones con el embajador de Rusia para las vacunas Sputnik V, estamos esperando respuestas. Al secretario de Estado de Estados Unidos le he planteado que nuestro principal programa social, sanitario y económico es la vacunación, y le he pedido que nos vendan más”, dijo Lasso en una entrevista con EL UNIVERSO.

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Han pasado casi cinco meses desde que se inició la vacunación contra el nuevo coronavirus en varios países, como Estados Unidos (BNT1162B2, de Pfizer), China (CoronaVac, de Sinovac) y Rusia (Sputnik). ¿Cuál ha sido la efectividad de las vacunas producidas en esos países?

“Antes de la vacunación, las hospitalizaciones, las intubaciones tenían que ver con personas mayores de edad. Al iniciar las campañas de vacunación, ya que se priorizaron grupos etarios más mayores, se vio que las personas que realmente ingresaban a las unidades de cuidados intensivos eran personas menores, grupos de personas entre 25 años y 60 años, que no se habían vacunado. Esta fue la primera demostración clara de la efectividad”, destaca el inmunólogo Nikolaos Kyriakidis, docente investigador de la Universidad de las Américas (UDLA).

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Presentación de vacuna china CoronaVac. Foto: -- SEDAT SUNA

El científico griego sostiene que aunque los fármacos no garanticen un 100% de efectividad, el grado de protección que aportan frente a los contagios de SARS-CoV-2 ayuda a reducir en gran medida el desarrollo de complicaciones de la enfermedad y en consecuencia la muerte.

“Al masificar la vacunación en Chile, donde se aplicaron millones de dosis de la vacuna CoronaVac y en un contexto de alta prevalencia de estas nuevas variantes (originada en Brasil y en Reino Unido), se vio que la efectividad en el mundo real fue por encima del 80% frente a la enfermedad grave y la muerte”, detalla Kyriakidis, quien aclara que las personas vacunadas deben mantener el uso de la mascarilla, el lavado de manos, el distanciamiento físico y evitar concentraciones, porque mientras desarrollan anticuerpos pueden transmitir el virus si se han contagiado.

Por otro lado, el investigador recomienda al Gobierno adelantar las gestiones para sumar la vacuna rusa Sputnik V a las opciones de vacunación del país por su eficacia alcanzada en los ensayos: Llega al 91,6% frente a la enfermedad sintomática y alrededor del 100% frente a la hospitalización y muerte.

Variante brasileña (P.1): Características del linaje que ya se detectó en Guayaquil

EL UNIVERSO solicitó una entrevista a la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) para conocer si en la actualidad está en curso un proceso de aprobación de ese fármaco en el país, pero hasta el cierre de esta publicación no se confirmó una cita.

El presidente electo, Guillermo Lasso, dijo que harán las gestiones para que lo aprueben, “porque ya tiene el aval de la OMS” y que ese es uno de los temas burocráticos que han identificado.

Guillermo Lasso: La mesa no solo no está servida, sino que no hay vacunas sobre ella

Hasta el 1 de mayo pasado, se han aplicado 1´036.794 dosis de las vacunas aprobadas en el Ecuador, según el Ministerio de Salud Pública (MSP): BNT1162B2 (Pfizer), CoronaVac (Sinovac), CHADOX1S recombinante (AstraZeneca). El Gobierno proyecta conseguir 20 millones de dosis, pero esto dependerá de la capacidad de producción de las empresas farmacéuticas.

El doctor Rodrigo Henríquez, especialista en economía de la salud, explica que la mejor inversión para un país en la actualidad es la adquisición de vacunas.

“Las vacunas nos permitirían evitar todos los costos o pérdidas asociadas al COVID-19 y nos permitirían retomar el grado de productividad”, sostiene Henríquez, quien cree que habrá casos de países en que esa reactivación total tomará hasta una década.

Según un estudio en el que Henríquez participó, las pérdidas estimadas de productividad a causa de la pandemia son cuantiosas: “De casi el 12% del producto interno bruto del Ecuador (PIB) desde que se inició la pandemia, significa que Ecuador ha perdido por las muertes y casos de COVID-19 cerca del 12% de su PIB ($ 107 mil millones, producto interno bruto). Cada muerte por COVID-19, en promedio, significa la pérdida de 25 años productivos. Y cada caso de COVID-19 significa una pérdida de más o menos 1,2 años productivos, por el tema de secuelas”.

Este estudio de carga de enfermedad lo realizó la UDLA. El documento será parte de un libro sobre el COVID-19 que prepara la institución.

Según el MSP, hasta la mañana del 3 de mayo pasado los casos confirmados de COVID-19 ascendieron a 388.046 y las muertes por complicaciones de esta enfermedad se contabilizaron en 18.765 (entre casos confirmados y probables). (I)