IBARRA
La circulación vehicular desde el interior del país hacia la provincia de Carchi y Colombia está suspendida debido a una medida de hecho que ejercen las comunidades del norte de Imbabura, que decidieron la mañana de este lunes 25 de abril tomarse la E-35, a la altura del km 100, en El Chota.
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Con maquinaria pesada los manifestantes trasladaron material pétreo y tierra creando montículos que bloquean el paso de automotores por las cuatro calzadas de esta vía (ida y vuelta), obstruyendo la circulación desde Tulcán hacia el interior del país o desde Ibarra hacia la frontera con Colombia.
Los pobladores demandan el cumplimiento y ejecución de obras en la comunidad El Chota.
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La medida en esta ocasión mantiene sitiados a los seis cantones de la provincia del Carchi, ya que no hay carreteras asfaltadas para ingresar o salir. Más de 300 vehículos están atascados a los dos lados de la arteria por donde se mueven más de 18.000 automotores.
Los comuneros están pidiendo al Ministerio de Transporte y Obras Públicas la construcción de dos pasos peatonales en esa zona (El Chota) ante los continuos accidentes, demandan además la limpieza de dos quebradas que constantemente provocan inundaciones y perjuicios a la producción del sector y vías.
En Tulcán se inmovilizó un cargamento de cigarrillos de contrabando valorado en $ 71.230
Dicen que los deslaves que se registran en la montaña tapan el río Chota, que se desborda y anega los terrenos perjudicando a los agricultores, por lo que exigen la reubicación de un relleno sanitario que causa contaminación y malos olores y la construcción de adoquinados.
Alejandro Calderón, poblador de la zona, indicó que han realizado varias reuniones y han firmado documentos, pero hasta el momento solo hay olvido, por lo que en esta ocasión no levantarán la medida si no arriban hasta el sitio el prefecto, la alcaldesa y el gobernador.
Patricio Landázuri recuerda que hace doce años fue presidente de la comunidad El Chota y desde esa fecha vienen los reclamos sin que hayan sido atendidos sus pedidos por las autoridades locales y nacionales.
Augusto Espinoza alerta que una quebrada está tapada y temen que se desborde y provoque un siniestro, por lo que previene que 60 familias que viven junto al río están en riesgo, sin que nadie haga algo y las autoridades evadan esta responsabilidad.
Aseguran que han viajado hasta la municipalidad, pero han sido recibidos por un supuesto asesor que desconoce de estos temas, sin ser atendidos por los directores o técnicos de Obras Públicas y gestión Ambiental que saben del tema, gastando recursos y tiempo.
Este nuevo reclamo ocasiona malestar en los usuarios frecuentes de la E-35 por las afectaciones en el transporte de carga y pasajeros, ya que las unidades están paradas en esta arteria. Hay preocupación e indignación en los viajeros que están varados en este lugar. (I)