MONTECRISTI, Manabí

Se mantienen en vigilias en accesos hacia el cerro de Montecristi, participan en marchas y también se oponen a que en la cima del cerro el Gobierno nacional implemente un radar que permita detener el avance de avionetas y otras actividades ilícitas ligadas al narcotráfico, argumentando que se afectan la flora y fauna de esa montaña.

Algunos tienen antecedentes políticos, otros son activistas sociales y hasta profesionales del derecho que sí aclaran que no tienen nexos con actividades del narcotráfico y que lo único que los mueve es la defensa del cerro de Montecristi, del que las Fuerzas Armadas pretenden ocupar el 0,17 % del total de la superficie de esta montaña manabita.

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Algunos de ellos tienen afinidad con movimientos correístas, como el actual asambleísta manabita Tomás Burgos (alterno Kathiuska Miranda), excandidato a alcalde de Montecristi por Compromiso Social. Similar, y el dirigente Oswaldo Carrillo. También están los activistas Adrián Pazmiño y Miguel López Caicedo.

También han participado en caminatas, vigilias y respaldo los dirigentes comunales Darwin Parrales, Heráclito Delgado, Eduardo Delgado y Mercedes Morales y hasta la vicealcaldesa de Montecristi, Johanna Delgado (llegó al Municipio con el Partido Social Cristiano), quien tras la última reunión efectuada el pasado lunes con el gobernador de Manabí, Juan Francisco Núñez, señaló su descontento, pues afirmó que no se produjo nada, menos soluciones a la solicitud de que cesen los trabajos en la montaña montecristense.

En la parte legal, los juristas Xavier Mendoza, Luis Franco y Gonzalo Quijije (hermano de Ricardo Quijije, exalcalde de Montecristi) apelaron la decisión de una jueza de Montecristi que negó el pedido de medida cautelar con acción de protección.

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Mendoza alegó que ellos no se oponen al proyecto de ubicación de un radar para la seguridad nacional, pero que se lo haga en otro sector ajeno al cerro de Montecristi, e incluso que se haga una consulta popular para que el pueblo decida si acepta o no que continúen los trabajos en el cerro montecristense.

Proyecto de ubicación de radar en cerro de Montecristi genera discrepancias entre autoridades y habitantes del cantón

No hubo acuerdos en la reunión entre gobernador de Manabí y quienes se oponen a instalación de radar en cerro de Montecristi

Fernando Alonzo, activista social montecristense, señaló que no tienen respuestas a sus pedidos de que se paralice el proyecto de seguridad nacional por parte de las autoridades locales.

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“Yo espero que mi pueblo se siga sumando porque esta lucha es de todos, estamos todos los días tratando de que nuestro pueblo se entere de lo que realmente está pasando, no somos una ciudad de narcotraficantes, es una ciudad en donde estamos defendiendo nuestra vida”, declaró Alonzo. En estas protestas también participan exempleados de la administración municipal anterior de Ricardo Quijije, y que en algunos casos fueron despedidos por el actual alcalde, Washington Arteaga.

“Me hicieron llegar una denuncia y realmente un reclamo de que por qué nosotros, como bloque de UNES, estábamos propiciando los reclamos de la gente (en Montecristi), y que nosotros estábamos atrás de toda esta movilización, la respuesta es no somos parte del tema como bloque”, señaló Correa, pero que tras averiguaciones conoció que el cerro de Montecristi no tenía esa designación.

Ministra ratifica colocación de radar

La ministra de Gobierno, Alexandra Vela, anunció este miércoles, en una entrevista con Teleamazonas, que el área de la cima del cerro de Montecristi ha sido declarada por el Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe) de seguridad nacional y por lo tanto se ubicarán radares.

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“En el tema del cerro de Montecristi, es fundamental la colocación de los radares, el área ha ido declarada por el Cosepe área de seguridad nacional y por lo tanto ese es el estatus que se va a aplicar para poder contar con los mecanismos indispensables para poder detectar los vuelos de las avionetas que durante muchísimo tiempo han estado realizando y han estado aterrizando en pistas clandestinas en la provincia de Manabí”, señaló Vela.

La semana anterior, el presidente Guillermo Lasso, a través de una entrevista en un medio digital, declaró que había un problema serio de seguridad nacional, del que dijo que por juramento no puede entrar a explicar en detalles, pero que se está trabajando.

“Cuando protestan porque en el cerro de Montecristi la Fuerza Aérea tiene que intervenir para poner un radar y controlar con radares el cien por ciento del territorio nacional, y no lo que encontré el 24 de mayo, dos provincias, Manabí y Santa Elena, sin control aéreo, entonces en seguridad nacional estamos trabajando y estos amotinamientos de las cárceles no es sino una reacción de lo que están viendo aquellos que creyeron que el Ecuador era un territorio libre para delitos transaccionales como el narcotráfico o la trata de personas”, señaló Lasso.

La injerencia del narcotráfico ya ha generado varias muertes violentas en el presente año en Manabí. En algunas de estas muertes registradas en el presente año en Manabí (hasta el martes 17 de agosto iban 137) el origen es la disputa entre bandas por mantener territorios de expendio de drogas.

“Unas se dedican al transporte de drogas, otras se dedican a la custodia, algunas se dedican a hacer una especie de causar muertes selectivas a través de sicariato, tienen una organización de tal forma que dificulta el trabajo operativo investigativo policial”, señaló hace poco Pablo Ramírez, excomandante de la zona 4 de la Policía Nacional.

Las cifras de decomiso de drogas en Manabí también se han incrementado en los últimos; mientras en el 2019 las capturas no sobrepasaron las 5,9 toneladas, en el 2020 la cifra ascendió a 15,9 toneladas y ya en el 2021 la cifra se aproxima a las ocho toneladas, de acuerdo con las cifras de la Policía Nacional en esta provincia.

Asimismo, vía decreto ejecutivo, el presidente Guillermo Lasso declaró como área reservada militar de defensa a los cerros de Montecristi y San Isidro, en Manabí. (I)