La escalada del conflicto armado en Oriente Medio y sus repercusiones, tras el bombardeo de Estados Unidos a Irán el fin de semana, aún son impredecibles en un escenario global que cambia minuto a minuto.
La volatilidad que ha experimentado el precio del petróleo refleja un panorama inestable. Lejos de presentar escaldas astronómicas por encima de $ 100 por barril, como estimó inicialmente JP Morgan Chase después que Israel lanzó una ofensiva contra Teherán, que antecedió a la actuación de Estados Unidos, los precios de la materia prima han fluctuado al alza y baja este lunes, 23 de junio, en reacción a las decisiones de los países involucrados.
El crudo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Ecuador, subió un 4 % tras los ataques de Washington. Luego, la mañana del lunes, el presidente Donald Trump, a través de su red social Truth Social, instó a mantener bajos los precios del petróleo y dispuso al Departamento de Energía de Estados que aumente la explotación petrolera.
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“TODOS, MANTENGAN LOS PRECIOS DEL PETRÓLEO BAJOS. ¡ESTOY VIGILANDO!”, escribió Trump en su plataforma Truth Social minutos después de que Wall Street comenzara a operar, con los principales índices estadounidenses estancados.
Las expresiones del mandatario surtieron cierto efecto, disminuyendo los precios.
Sin embargo, la cotización del crudo se hundió al poco tiempo, una vez que se confirmó un ataque de misiles iraníes contra la base estadounidense de Al Udeid, en Qatar, un descenso que los analistas atribuyen a la ausencia de objetivos relacionados con infraestructuras petroleras, recogió la agencia AFP.
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Hacia las 17:45 GMT, el barril de WTI estadounidense caía un 5,25 % a $ 69,96, mientras que el barril de Brent del Mar del Norte, referencia mundial, caía un 5,23 % a $ 72,98.
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Posibles efectos para Ecuador
Con el repunte inicial que mostraron los precios el fin de semana, en Ecuador se generaron expectativas en torno a un mayor ingreso de divisas para el país por la venta petrolera.
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Ante la incertidumbre del contexto mundial, si el precio del petróleo WTI trepa nuevamente volverán las esperanza a Ecuador para obtener mayores recursos. Sin embargo, si esto ocurre, también se encarecerán los productos derivados que el país importa, advierten expertos consultados.
El economista Andrés Albuja comentó que si el crudo vuelve a subir el país enfrentará consecuencias mixtas, ya que los precios de los combustibles aumentarán porque se calculan con base en la cotización del WTI.
Incluso, un posible aumento en el precio del petróleo podría traducirse en efectos inflacionarios, ya que el costo de los derivados afectaría precios y fletes, indicó.
Albuja fue allá de la coyuntura por el conflicto en Medio Oriente y propuso que el gobierno de Daniel Noboa debería prepararse para la volatilidad del mercado petrolero contratando seguros especializados y diversificando sus fuentes de ingresos, ya que la economía ecuatoriana aún es muy dependiente del sector petrolero.
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En sintonía con esta idea, Juan Francisco Araujo, experto en exploración y explotación petrolera, sugirió que Ecuador debería reestablecer un fondo soberano para amortiguar impactos negativos cuando los precios del crudo se derrumben.
Además, señalo que el Gobierno debe imprimir más velocidad e invertir más recursos para aumentar la producción nacional de crudo. Por otro lado, propuso establecer una política petrolera sostenible, con participación estratégica del sector privado para la exploración en campos nuevos.
Si el precio del WTI sigue bajando, como ha ocurrido el lunes, se diluyen las esperanzas de Ecuador y la situación se tornará complicada, porque los ingresos petroleros se verán disminuidos, mientras la producción nacional sigue estancada.
Al 22 de junio, se registraron 466.421 barriles de producción nacional, de los cuales 370.709 barriles los puso Petroecuador y 95.711 barriles salieron de los contratistas privados, según datos de la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ATCH).
Durante el primer trimestre de 2025, la producción petrolera alcanzó 41,86 millones de barriles, con un promedio diario de 465,15 mil barriles, incluyendo a Petroecuador y a las compañías privadas.
Esto significó una caída del 5,4 % frente al mismo periodo de 2024. Se perdieron 21,23 mil barriles promedio al día en el primer trimestre de 2025, en comparación con el año pasado.
Hasta mayo, la exportación de petróleo realizada por Petroecuador registró menos ingresos debido a un menor volumen y precio comercializado.
Según el último reporte estadístico de la empresa pública, en los cuatro primeros meses de 2025 se exportaron 45,8 millones de barriles, a un precio promedio de $ 61,18 por barril, obteniendo ingresos por 2.801 millones de dólares. Mientras que en igual tiempo de 2024 se comercializaron 48,5 millones de barriles, a $ 71,57 por barril, consiguiendo recursos en el orden de 3.474 millones de dólares.
Los indicadores muestran contracción del 5,9 % la cantidad de crudo exportado, el 14,51 % menos por precio y una reducción del 19,37 % en ingresos.
Los analistas consultados señalaron que ahora el reto está en calcular un adecuado precio promedio de crudo para financiar el Presupuesto General del Estado (PGE) que regirá en lo que resta del año.
Andrés Albuja y Juan Francisco Araujo coincidieron en que el Ministerio de Economía y Finanzas no debe basar su estimación en lo que está sucedido con el conflicto armado en Oriente Medio, ya que se desconoce cuál será su duración y efectos reales.
Albuja sugirió determinar un precio prudente, que esté por debajo de los $ 60. Pero Araujo considera que sería mejor que oscile en los $ 65.
En el PGE prorrogado, que sigue vigente, el Gobierno proyectó un precio de $ 63,7 por barril.
Aunque el presupuesto sigue en construcción, y antes del ataque de Estados Unidos a Irán, el pasado 19 de junio el gerente general del Banco Central del Ecuador (BCE), Guillermo Avellán, anticipó que desde la entidad se proyectaba un menor precio promedio de exportación de $ 57 por barril de crudo para lo que falta del año.
Estrecho de Ormuz, una pieza clave
El ataque de Estados Unidos a Irán ha complicado aún más la situación en el conflicto, que antes se centraba principalmente en las tensiones entre Israel e Irán, explicó Daniel Crespo, experto en relaciones internacionales y docente universitario.
Este conflicto ha escalado al incluir a Estados Unidos, que busca frenar el programa nuclear de Irán. Las posibles respuestas de Irán pueden variar, desde una guerra convencional limitada, el uso de misiles, hasta la activación de células terroristas en la región, financiadas por Irán, lo que hace que la situación sea muy impredecible, remarcó Crespo.
En la disputa está en juego la operatividad del estrecho de Ormuz, ubicado entre Irán y Omán, que conecta el golfo Pérsico con el golfo de Omán. Es crucial para el comercio internacional porque por ahí transita alrededor del 20 % de la producción mundial de crudo y una quinta parte de gas natural.
En retaliación a la ofensiva de Estados Unidos e Israel, el Parlamento iraní aprobó una resolución para bloquear el paso en el estrecho; sin embargo, la decisión final está en manos del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán.
Cerrar el estrecho sería una medida “suicida” y extrema, opinó Daniel Crespo, ya que el país que más le compra petróleo a Irán y sería más afectado por este bloqueo sería China.
Con ese antecedente, si bien bloquear Ormuz ejercería cierta presión sobre actores locales y extranjeros, también los aislaría más y esto podría provocar una rápida reacción para reabrir el paso del estrecho si Irán lo bloquea.
En medio del contexto mundial, Ecuador debe ser cauteloso, aprovechar cualquier subida en los precios del petróleo, pero también estar alerta a los posibles coletazos de inestabilidad que surjan de la situación en el Medio Oriente, comentó Crespo. (I)