Ante la convocatoria al paro inmediato e indefinido que la Confederación Nacional de Organizaciones Indígenas del Ecuador (Conaie) hizo el jueves en rechazo a la eliminación del subsidio del diésel, los sectores productivos hicieron un llamado a evitar las paralizaciones y dar espacio al diálogo.

Uno de estos actores es la Asociación de Industrias de Bebidas no Alcohólicas del Ecuador (AIBE), que a través de un comunicado este viernes, 19 de septiembre, sugirió construir consensos y evitar las paralizaciones.

“Como gremio estamos convencidos de que los desafíos que enfrenta el país deben ser resueltos mediante el diálogo abierto, la cooperación de todos los sectores y el respeto al marco democrático e institucional”, sostuvo esta asociación.

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En la misma línea, la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG) pidió que haya diálogo y no disturbios. El gremio hizo un llamado a las organizaciones sociales a la prudencia y a ejercer su derecho a la protesta sin perjudicar a la ciudadanía.

“El país no puede ser reincidente en paralizaciones y manifestaciones violentas que ponen en riesgo a la población y causan millonarios daños y perjuicios. Ecuador necesita cambios estructurales y para eso requiere el compromiso de todos”, indicó la Cámara.

Mientras, el Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) rechazó todas las medidas que deriven en la paralización del trabajo, la producción y que afecten la paz ciudadana.

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“Los desafíos económicos deben ser resueltos por la vía del diálogo, el orden y no de la violencia”, puntualizó este gremio.

La Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG) también se unió al rechazo de las paralizaciones y medidas violentas. “El derecho a trabajar y vivir en paz es de todos los ecuatorianos. Las paralizaciones no solo frenan la economía, también vulneran la libertad de millones de ciudadanos de movilizarse, producir y convivir en armonía. Defendamos juntos la paz ciudadana”, posteó en X.

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Por su parte, la presidenta de la Cámara de Comercio de Quito, Mónica Heller, señaló que “la fórmula de paralizar el país cada vez que los movimientos indígenas están descontentos les cuesta millones de dólares a los mismos ecuatorianos en daños, productividad y trabajo. Esa extorsión debe parar!“.

En ese sentido, las últimas paralizaciones nacionales que ocurrieron en junio de 2022 y que duraron 18 días, causaron pérdidas y daños que ascendieron a $ 1.115,4 millones, que representaron el 1 % del producto interno bruto (PIB) de la época, según cálculos del Banco Central del Ecuador (BCE).

Esas movilizaciones también fueron promovidas por la Conaie y organizaciones sociales e indígenas, en rechazo al alza de los combustibles que quiso implementar el entonces presidente Guillermo Lasso.

Desde el sector exportador bananero también hay pronunciamientos en contra de las paralizaciones. La Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE) aseguró que los bloqueos y medidas de paralización afectan a miles de familias y ponen en riesgo la estabilidad productiva del país. “Defendemos el derecho al trabajo, la paz social y el orden democrático”, aseguró el gremio.

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Además hicieron un llamado a las autoridades a que se resguarden las vías y se garantice la continuidad de las exportaciones. (I)