Hay un desabastecimiento de leche en el sector formal y eso ha provocado que haya días en que algún local se quede sin el producto.

Este inconveniente se da en el sector formal que emplea leche que debe cumplir parámetros de inocuidad.

El Ministerio de Agricultura y la industria láctea lo confirman y dan algunas razones y la manera en cómo enfrentarlo.

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Uno de los locales de Tuti en Guayaquil, en vía a la costa, informó a sus clientes que a nivel nacional se han experimentado algunas intermitencias en el abastecimiento de productos de origen lácteo, debido a diversos motivos. “Nuestro equipo trabaja intensamente en buscar otras alternativas de suministro”.

Esa explicación la puso en un cartel del local, adonde a veces no ha llegado la leche de la marca que expenden, mantequilla y queso.

Uno de los motivos del desabastecimiento que explica el ministro de Agricultura y Ganadería, Danilo Palacios, es una baja en el rendimiento de los productores que proveen a la industria provocada por el clima.

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Y esto desde el Gobierno se ve como una oportunidad para calificar a los productores de leche artesanal. Se les está dotando de centros de acopio, tanques de enfriamiento, asistencia para que puedan cumplir con todo el proceso de inocuidad. “Estamos dando certificados de buenas prácticas agropecuarias y hemos logrado colocar 70.000 litros de estas asociaciones que están principalmente en la Sierra”.

Adicionalmente han identificado otros 150.000 litros de asociaciones que podrían ser abastecedoras de la industria que está pagando actualmente entre 55 y 60 centavos de dólar, asegura el ministro.

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Así se aspira que la producción artesanal transite a una lecha más sana y se formalice a más productores.

Desde la industria láctea se evidencia un desabastecimiento de leche, reflejado en la caída sostenida de la producción nacional. Entre 2019 y 2024, la producción diaria disminuyó de 6,6 millones a 5,3 millones de litros, una contracción del 20,5 %.

Aunque Ecuador produjo 5,58 millones de litros diarios en 2023, en 2024 la producción se redujo un 4,8 %.

“Esta situación ha afectado directamente a la industria formal, que solo pudo captar el 51,8 % de la leche producida, dejando casi la mitad del volumen total en canales informales. Esta baja disponibilidad afecta tanto el abastecimiento como la calidad del producto que llega al consumidor final”, explica Paúl Vera, director del Observatorio Lácteo del Ecuador.

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Las causas de este desabastecimiento responden a múltiples factores y considera entre los principales la imposición de precios regulados, el aumento en los costos de insumos clave y la baja disminución progresiva del consumo de lácteos por parte del consumidor debido a la recesión económica.

Además anota que la competencia en el mercado informal y la falta de control sobre el precio oficial también han desincentivado la inversión. A esto se suman factores coyunturales como los efectos del Fenómeno de El Niño (2023-2024), que provocó graves afectaciones en la infraestructura rural y logística de recolección.

Vera advierte que los impactos de esta situación pueden ser significativos, pues una menor disponibilidad de productos lácteos procesados en el mercado formal puede derivar en incrementos de precios al consumidor y pérdida de competitividad frente al mercado informal.

Y a nivel estructural, “esta crisis amenaza con debilitar una cadena productiva que abarca a 280.000 productores de leche, en su mayoría pequeños. Esto afecta directamente la seguridad alimentaria y la nutrición de la población”. (I)