Diversas reacciones generó en el sector arrocero y en autoridades el anuncio que Uruguay hizo esta semana sobre que Ecuador facilitó las condiciones arancelarias para una posible importación de arroz desde ese país.
Esto, mediante Resolución 008/2023 del Comité de Comercio Exterior de Ecuador (Comex), que dispuso la reducción temporal al 0 % de la tarifa arancelaria y la suspensión de la aplicación del Sistema Andino de la Franja de Precios para la importación a consumo de arroz semiblanqueado o blanqueado para un contingente total de 63.246 toneladas, hasta el 31 de diciembre de 2023, según el documento compartido por las autoridades uruguayas.
Publicidad
En junio pasado, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) autorizó la importación de la gramínea para garantizar la soberanía alimentaria después de que el arroz empezó a escasear y a subir de precio por el impacto del invierno. Esto, según el sector industrial, afectó a 40.000 hectáreas de sembríos, lo que representaba a dos meses de consumo.
Tras ser consultados por este Diario sobre lo informado por las autoridades uruguayas, el MAG aseguró que “no considera prudente hacer anuncios sobre los países en los que se busca” el arroz para evitar afectar la negociación, puesto que la compra como tal está a cargo de la empresa privada. Y el ministerio aclaró que su papel como autoridades es agilizar la entrega de licencias para que la empresa privada importe.
Publicidad
Sin embargo, la cartera de Estado aclaró algunos aspectos de la operación. Por ejemplo, indicó que el contingente, en cumplimiento con la normativa internacional, no discrimina país, es decir, puede utilizarse para importaciones desde cualquier país de origen, en el caso de que se requiera acogerse al beneficio arancelario.
Asimismo, el MAG puntualizó que no están al frente de ninguna operación de importación de arroz y ha anunciado que las empresas que deseen importar arroz pueden iniciar los trámites para obtener sus licencias. Reiteró que al tratarse de empresas privadas, que buscan comprar arroz a personas privadas en el exterior, el Ministerio no considera prudente hacer anuncios “para no perjudicar o afectar -con una declaración- los procesos y precios de la negociación”, se afirmó desde la cartera de Estado, que además señaló que la decisión del Comex sobre el arancel no indica que -obligatoriamente- el arroz vaya a llegar de un país específico y que la referencia del cupo de 63.000 toneladas tampoco implica que se vaya a importar ese volumen obligatoriamente. “Es abrir un paraguas, que estará abierto hasta diciembre de 2023. La prioridad es utilizar la producción nacional”, aseguró el ministerio.
Por su parte, el sector industrial apoya la importación, sin embargo, pide que la compra del producto debe ser principalmente la materia prima (arroz en cáscara) y no el pilado, porque las piladoras no podrían seguir sus operaciones. En tanto que los productores se oponen a la importación, porque dicen que de donde sea que venga afectaría a los agricultores ecuatorianos.
El presidente de la Corporación de Industriales Arroceros del Ecuador (Corpcom), Juan Pablo Zúñiga, cree que la importación del arroz debe centrarse en la materia prima, es decir, la gramínea en cáscara; mientras que la del arroz pilado debería ser solo una única vez, puesto que el contingente anunciado por Uruguay abarca estas dos subpartidas arancelarias, tanto para arroz en cáscara como para el pilado.
De acuerdo con Zúñiga, en un principio sería para una primera parte, una importación parcial de arroz pilado, que estaría negociado con Uruguay, pero se están analizando también otras alternativas, sobre todo en lo que se refiere para el arroz en cáscara.
La materia prima es la que precisamente requieren las piladoras, según Zúñiga, porque de esta manera pueden seguir sus operaciones normales y generando fuentes de empleo, sobre todo trabajo rural y también proveyendo de los subproductos del arroz que son utilizados en otras industrias: de alimento balanceado; cervecera, en las camaroneras.
Precio del arroz empieza a ceder y azúcar a tener un leve incremento
Por su parte, el presidente de la Corporación Nacional de Organizaciones de Productores Arroceros (Corpnoarroz), Javier Ronquillo, advirtió que de donde sea que se “traiga” el arroz a Ecuador representaría un perjuicio para el sector productor. Comentó que ya han demostrado al ministro Eduardo Izaguire que tienen suficiente arroz sembrado para abastecer el mercado.
Ronquillo aseguró que sembraron más de 150.000 hectáreas, que alcanzan para guardar en la época de verano: septiembre, octubre y noviembre . “Todos los años ha sucedido aquello, incluso se ha exportado a Colombia y ha quedado un excedente para reserva nacional”, recordó el dirigente.
El dirigente aseguró que en estos meses siempre se cosecha poco, pero a partir de agosto y septiembre la cosecha ya es más considerable, aunque reconoció que la cosecha, que normalmente debía comenzar en julio pasado, tuvo retraso por las inundaciones. Con todo, el dirigente proyecta que entre mediados de agosto y las primeras semanas de septiembre una “gran cantidad de agricultores estén cosechando”.
Estimó que unas 90.000 hectáreas fueron sembradas entre fines de mayo y los primeros días de junio en Los Ríos, Guayas y Manabí, y aproximadamente cosecharían unas 500.000 toneladas de arroz.
Según Ronquillo, en los meses posteriores a septiembre las cosechas continuarían y hasta diciembre en total tendrían más de 150.000 toneladas cosechadas y al trabajar de manera escalonada van a contar con el abastecimiento adecuado.
Con respecto a los efectos del fenómeno El Niño, el titular de Corpnoarroz indicó que la siembra continuaría en las zonas de la parte alta de Los Ríos, que de hecho requieren de las lluvias, mientras que en la zona baja sí habría problemas, pero se compensaría la alta.
Por su parte, el MAG aseguró que está monitoreando permanentemente la relación entre la oferta nacional y la demanda del mercado interno y que sobre ese monitoreo se establecen las necesidades de importación, por lo que esta es una cifra dinámica que depende de algunas variables: cosecha lograda; edad fenológica de los cultivos en desarrollo; y siembra de nuevas hectáreas.
“En ese sentido ratificamos que nuestros pronunciamientos se enmarcarán en esas líneas. Además, algo de esa información podría ser manejado en contra de la soberanía alimentaria del país (no decimos que necesariamente así esté ocurriendo); pero tenemos la obligación de precautelarlo”, señaló la cartera de Estado. (I)