El nuevo periodo presidencial de Daniel Noboa inicia con la ambiciosa promesa de enfocar la nueva administración en el crecimiento económico, atraer mayor inversión, generar más empleo, abrir las puertas al comercio internacional y, en materia de seguridad, derrotar al terrorismo.
La apuesta es grande, considerando que el país viene de un difícil 2024, donde el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 2 %, golpeado por la crisis eléctrica, la inseguridad, el desplome de la producción petrolera, bajos niveles de inversión, una disminución del consumo de los hogares y un mercado laboral que no logra romper la tendencia de tres empleos adecuados por cada diez trabajadores.
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Para 2025 el Banco Central del Ecuador (BCE) se muestra optimista: proyecta un crecimiento económico del 2,8 %, por encima de las previsiones de organismos multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) que prevé un crecimiento del 1,7 %.
Noboa afirmó que en su primer mandato, que inició en noviembre de 2023, su Gobierno “puso la casa en orden”; por ello, en los siguientes cuatro años la economía del país tendrá un mejor desempeño.
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“Buscamos un crecimiento real, pero también responsabilidad fiscal”, dijo el mandatario el 23 de mayo, la víspera de la posesión presidencial, en una entrevista en el medio digital Visionarias.
La línea gubernamental hasta el año 2029 estará trazada por el impulso a la inversión pública, adelantó. “En los próximos cuatro años nos vamos a enfocar en inversión pública que genere progreso y empleo. Ese es el corazón de nuestro programa económico”.
El Gobierno en la Asamblea Nacional consiguió presidir 12 de las 15 comisiones especializadas. Si la fortaleza legislativa se mantiene podría allanar el camino para que el Ejecutivo obtenga la aprobación de las reformas que proponga, sin mayores cambios de fondo.
A ello se suma el buen relacionamiento con organismos multilaterales y la cercanía con el Gobierno de Estados Unidos.
Los vientos que soplan a favor de Noboa se ven reflejados en la disminución del riesgo país, que la semana previa a su posesión rompió nuevamente la barrera de los 1.000 puntos, algo que se vio en febrero, previo a la primera vuelta electoral, cuando los mercados esperaban la reelección inmediata.
Resultados se podrían ver en el mediano plazo
Aún cuando las cosas avancen según las aspiraciones gubernamentales es difícil esperar que en 2025 se empiecen a notar un cambios significativos, comenta el consultor económico Fernando Jurado, quien observa que los desafíos están centrados principalmente en una “disyuntiva entre crecer o estabilizar la economía”.
Señala que la sostenibilidad fiscal es crucial, considerando el déficit (que expertos estiman que podría superar los $ 5.000 millones este año) y las necesidades de financiamiento (que rondan los $ 8.000 millones), y que hay que enfocar esfuerzos en recuperar la producción petrolera y optimizar el gasto público.
También resalta la importancia de generar confianza para atraer inversiones, lo que depende de la estabilidad jurídica y la seguridad.
Aunque se anticipa un crecimiento modesto en 2025, las decisiones tomadas ahora podrían rendir frutos en los próximos 18 meses, observa Jurado.
“La dinámica económica se mueve en el cortísimo o en el mediano plazo de diferente manera. Es importante que el Gobierno dé señales claras al mercado, pero no solo al internacional, sino también al local. Que las empresas tengan la certidumbre de que va a haber una política de credibilidad clara, qué reformas habrá, para que las empresas puedan tomar decisiones con respecto a inversiones”, menciona.
Algunos de los principales indicadores que dan cuenta de la situación económica del país son los siguientes:
- Crecimiento económico: En 2024 la economía tuvo una contracción del 2 % y para 2025 se estima una recuperación cerrando con un crecimiento del 2,8 %, según el Banco Central.
- Inversión: La formación bruta de capital fijo (FBKF) en 2024 tuvo una contracción del 3,8 %.
- Inversión extranjera directa (IED): En 2024 se registraron $ 232 millones, la cifra más baja en 14 años.
- Empleo: A marzo de 2025 la tasa de empleo adecuado se ubicó en 34,2 %, el desempleo en 3,3 % y subempleo en 20,9 %, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC).
- Producción petrolera: Cayó alrededor del 6 % en marzo de 2025 en comparación con marzo de 2024.
- Comercio exterior: En el primer trimestre de 2025 se obtuvo superávit comercial de $ 2.288 millones. Las exportaciones no petroleras crecieron el 171 %, mientras que las petroleras se contrajeron el 43,8 %.
- Deuda pública: A febrero de 2025 el saldo fue de $ 64.685 millones ($ 48.115 millones de deuda externa y $ 15.506 millones de deuda interna).
- Recaudación de impuestos: Hasta abril de 2025 se recaudaron $ 7.618 millones, lo que es un aumento del 9,1 % frente al mismo periodo de 2024, según el Servicio de Rentas Internas (SRI).
- Déficit fiscal: Entre enero y abril de 2025 se alcanzó $ 1.107 millones, mientras que en el mismo periodo del año anterior hubo superávit, recoge el Observatorio de la Política Fiscal.
Juan Carlos Alarcón, exviceministro de Economía del gobierno de Daniel Noboa, menciona que el Ejecutivo “tiene una oportunidad histórica”, para implementar cambios estructurales después de haber estabilizado la economía.
Asegura que el presidente “entiende de economía y ha establecido una hoja de ruta clara para atraer inversiones”, lo que debe estar acompañado de fomentar el dinamismo del sector privado para lograr un crecimiento sostenido por encima del 5 %.
“Necesitamos, y el presidente lo sabe, empezar a plantearnos un crecimiento por encima del 5 %, porque somos un país que aún tiene mucho por crecer. Necesitamos crecer en inversión, inversión extranjera directa, inversión nacional, que vengan los capitales e inviertan en los proyectos del Ecuador; ahora la estabilidad democrática va a permitir que eso suceda”, opina.
El exfuncionario estima que a mitad del mandato se evidenciarán cambios estructurales y mejoras en la eficiencia del gasto público.
Alarcón indica que durante los meses que estuvo en funciones en el viceministerio, en 2025, ya se tenían identificadas las fuentes de financiamiento y se estaba trabajando para lograr que los desembolsos lleguen. Y resalta que existe una saludable relación con los multilaterales.
En los primeros meses del 2025 Ecuador ha afrontado enormes desafíos por factores internos -como la débil producción petrolera, fenómenos climáticos- y externos, por los efectos directos y colaterales de la guerra comercial desatada por la política arancelaria de Estados Unidos.
Agenda comercial: urge un acuerdo con Estados Unidos
Tras ganar las elecciones presidenciales, Daniel Noboa realizó una gira oficial por países de Europa, Asia y Medio Oriente para ampliar las relaciones comerciales en materia petrolera y no petrolera, así como en temas de seguridad.
Adicionalmente, el Comité de Comercio Exterior (Comex) dio luz verde al Ministerio de Producción para iniciar negociaciones con Estados Unidos para suscribir un acuerdo marco sobre comercio recíproco.
Exportadores esperan que esto contribuya a disminuir o eliminar la sobretasa arancelaria del 10 % que impuso Estados Unidos a las exportaciones ecuatorianas desde abril.
Y que el acuerdo marco sea la antesala para empezar conversaciones formales con miras a un acuerdo comercial amplio, ya que ese mercado representa un potencial de crecimiento que supera los $ 300 millones anuales.
Hasta finales de junio Ecuador busca cerrar negociación con Estados Unidos por arancel del 10 %
El presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), Xavier Rosero, señala que el país necesita reactivar su crecimiento económico sostenido mediante la apertura de mercados internacionales.
Esto debe ir acompañado de reformas estructurales en áreas como el trabajo, finanzas y tributación para flexibilizar los costos y potenciar el sector productivo. Es importante capitalizar la estabilidad fiscal lograda y enfocarse en inversiones que mejoren la infraestructura.
Además, es necesario implementar reformas institucionales y fortalecer el sistema de justicia para combatir la impunidad de los grupos de delincuencia organizada y atraer más inversiones.
“Un posicionamiento del Ecuador en los mercados internacionales de manera estratégica es importante para el sector productivo, pero tiene que venir acompañado de flexibilidad de la estructura de costos y para eso hay que avanzar en las reformas estructurales”, comenta Rosero. (I)