Para el lojano Iván Ontaneda Berrú -nacido en Cariamanga-, el cacao es sinónimo de Ecuador. Cree en la transparencia de los negocios y que la palabra todavía cuenta en el mundo cacaotero al cual ingresó en 1998, cuando dejó el café y dio un giro de 180 grados. Aunque siempre, incluso de niño, llevó el comercio en su ADN -a los 9 años ganó sus primeras utilidades-, ahora que tiene 55 años este empresario, también amante de la música, el baile y los deportes de riesgos, no deja esa audacia y afina su “GPS” para nuevos negocios.