En 1993, con 23 años, Darwin Rosales Jácome, nacido en Pilaló, Cotopaxi, llegó a Cuenca para fundar lo que ahora es un consorcio de empresas del sector automotor. Este año, la empresa que cuenta con 350 empleados cumple 30 años de vida, mientras este miércoles se anuncia la negociación que se ha llevado con DFAC para comercializar esta marca de camiones chinos. Para este 2023, la proyección de la corporación es alcanzar la venta de más de 500 unidades en el año, entre vehículos pesados y livianos, en todas sus líneas de negocio automotor, con presencia en Quito, Guayaquil, Cuenca y Machala, Rosales cuenta la historia de este negocio familiar.

¿Cómo nace la empresa, este emprendimiento?

Esta empresa se fundó en Cuenca el 9 de agosto 1993. Mi hermano Jorge Rosales, mi esposa, Katia Cepeda, y yo fundamos la empresa Carrocerías Olímpica Rosales Jácome Cía. Ltda. Previamente trabajábamos en construcción de carrocerías en Santo Domingo de los Colorados. Pero nos fuimos al Azuay con la idea de abrir un taller de reparación, porque se veía la necesidad de clientes que querían tener atención, más cercana. Conocimos que había muchos accidentes en este sector y que se les hacía difícil ir hasta Santo Domingo para una reparación; y por eso decidimos abrir el taller artesanal de reparación. Pero esto no se dio, empezamos más bien con la empresa de construcción de carrocerías y complementariamente, la reparación.

Publicidad

¿De dónde viene el nombre Olímpica?

A nuestro primer local, ubicado frente al velódromo, llegó un bus colombiano con deportistas de ese país que venían a participar en las olimpiadas. En el bus se hacía mención a las olimpiadas, y ese fue el origen del nombre. Se le ocurrió a mi hermano Jorge, pero fue de consenso inmediato.

¿Cómo era la construcción de carrocerías en ese tiempo y cómo ha cambiado con la tecnología?

Publicidad

La forma de construcción de carrocerías ha cambiado exageradamente, para bien. Entre 1993 y 2011 todos lo que teníamos talleres, fábricas de carrocerías metálicas, construíamos a nuestra manera, a lo que pedía el cliente: el alto, el ancho, número de asientos. Pero en ese tiempo los vehículos tenían muchos accidentes. Se perdían vidas, por lo mal construidas que eran las carrocerías, ya que no se trabajaba de manera técnica. Pero en 2011 la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) toma bajo su control las homologaciones y calificaciones para la construcción de carrocerías. Desde entonces somos supervisados y legislados por la ANT. Nosotros cumplimos con todos los requisitos que la Agencia demanda para la buena construcción de una carrocería de tipo interprovincial, de turismo, bus urbano, entre otros. Tenemos 100 tipos de homologaciones para construir diferentes carrocerías para diferentes tipos de chasises. Para cumplir con una homologación hay muchos requisitos, lo primero es la tener la norma ISO 9001.

¿Pero qué ha cambiado, materiales, componentes ecuatorianos versus extranjeros?

Publicidad

Antes toda la construcción de carrocerías se hacía con tol, lata y acero, es decir se revestía con esos materiales. Pero ya ha llegado la modernización y ahora se hace con partes y piezas de fibra de vidrio. Esto se hace con moldes, tenemos una empresa para eso, que se llama Fibrolímpica. Al construir con fibra de vidrio se aliviana el peso, lo que permite ahorrar combustible. Aunque tenemos la empresa que genera las partes y piezas, también importamos algunas partes y piezas e incluso el acero de Brasil y China.

La empresa fue inaugurada el 9 de agosto de 1993 en Cuenca. Cortesía: Carrolcerías Olímpica Foto: Olímpica

Ustedes ahora son un consorcio. ¿Cuántas empresas lo conforman y de qué se encarga cada una?

Hemos ido creando varias empresas que se especializan en cierta rama del proceso. Actualmente tenemos 18 empresas, todas tienen que ver con el nombre de Olímpica. Por ejemplo, Fibrolímpica para partes y piezas. Tenemos a Crediolímpica que se crea por la necesidad de financiar los buses. Olímpica Motors se dedica a la importación de camiones y chasises desde Brasil y China. También se encarga de vender estos chasis que son necesarios para construir el bus armado. La importadora trae camiones DFAG y los vende a los concesionarios. Nova Olímpica es la ensambladora. Se han creado también empresas concesionarias para la venta de los camiones, ubicados en Cuenca, Quito, Guayaquil y Machala. La importadora vende a concesionarios los camiones. Además de Crediolímpica, que se encarga de financiar buses, Credisur también financia todo tipo de autos, camiones, cabezales, buses escolares. Así se cierra el círculo.

Este miércoles ustedes cumplirán un hito con una importante inversión, ¿De qué se trata?

Publicidad

El miércoles se celebrará un evento importante para la familia, después de dos años de negociaciones, hemos logrado finalizar el proceso para obtener la representación de la marca de camiones DFAC. Para ello se ha hecho una inversión de $ 12 millones. Con ello, queremos aportar con la reactivación del sector camionero y busero, que aún no se ha reactivado.

¿Con este proceso y con la inversión puede haber más plazas de empleo?

Para mí, una de las satisfacciones más grandes es que el grupo pueda generar fuentes de empleo. Siempre le he dicho a mi familia que si bien se crea un puesto para que la empresa crezca, se lo hace más para ayudar a la gente. Sabemos lo importante que es para una familia ganar un sueldo. Uno de los objetivos de nuestro grupo es ayudar. Por eso también estamos trabajando en una fundación para apoyar a las personas que se han quedado solas por la migración. Muchas de ellas se han visto obligadas a pedir caridad. Entonces estamos buscando financiar almuerzos para ellas. Otra de mis hijas está empeñada en una fundación para cuidado de animalitos.


QUITO (21-04-2023).- Darwin Rosales, presidente del Directorio de Olímpica Corp, durante una entrevista en su oficina, en el norte de Quito. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas.

¿Cómo es la participación de la familia en el grupo?

Hemos creado 18 empresas que son del grupo, y todas pertenecen a la familia: a mis cuatro hijas, a mis yernos. Todos tenemos que ver con la gerencia o estamos en el directorio de las empresas. Todos entregamos cuentas. Mi esposa, inclusive, al ser esposa, madre y abuela tiene el papel más importante en el corazón del grupo que es la financiera. Ella reparte su tiempo tanto en la financiera como en el cuidado del hogar.

¿Cómo les afecta el tema de los problemas económicos y políticos que durante años marca el ritmo productivo del país?

Nosotros hemos pasado por muchas situaciones como todos, desde la crisis bancaria, la dolarización, la pandemia, pero hemos salido adelante. Nosotros no nos concentramos en lo que pasa políticamente; si queremos salir adelante, tenemos que trabajar. En pandemia no despedimos a uno solo de nuestros trabajadores. Me enorgullece, estamos bien puestos la camiseta del Ecuador. Ahora estamos con 350 empleados. (I)