Santiago Rosero, quiteño y experto en temas de consumo masivo, que asumió hace poco más de tres años la cabeza del Grupo Familia en Ecuador, explica los retos que ha enfrentado la empresa, que nació hace 60 años como una empresa familiar en Medellín, Colombia, y que ahora es parte de la sueca Essity. Esta última es una compañía con presencia en 150 países, con 48.000 empleados alrededor del mundo y ventas por $ 14.600 millones. En Ecuador, Familia tiene presencia con varias marcas líderes y se enfoca en la sostenibilidad y el ambiente.

¿Desde cuándo entra esta empresa en Ecuador y cuáles son sus productos estrella?

En Ecuador, Familia empieza aliándose con Tecnopapel, que es una empresa fundada en Lasso, Cotopaxi. Empieza a tener participación en esta compañía y a partir del 2000, luego de algunos movimientos accionarios, se convierte en Familia Sancela. Así, Familia en Ecuador tiene 22 años, pero tiene presencia en el país desde hace 30 años. Grupo Familia tiene dos plantas: la de Familia Sancela, en Lasso, y la otra es Impaecsa, en Babahoyo. Esta última fue adquirida en 2018. Al momento tenemos cinco marcas líderes: Familia, que es papel absorbente, papel higiénico, pañuelos faciales, y Familia Institucional (que se vende a empresas); además toallas sanitarias y jabón íntimo Nosotras, pañitos húmedos Pequeñín y los pañales para cuidado del adulto marca Tena. También tenemos la marca Hada, que entra con la adquisición de Impaecsa. En todas nuestras marcas ocupamos los lugares uno o dos.

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¿Cómo funciona la producción y consumo en Ecuador? ¿Consumimos lo que producimos, se importa o exportamos?

Hacemos las dos cosas: todo lo que tiene que ver con papel higiénico, gran parte de los productos de Familia Institucional, las toallas sanitarias, lo producimos acá. Hay algunos productos que importamos como, por ejemplo, los pañitos húmedos y los productos de incontinencia. El 35 % del producto que consumimos es importado, pero el 65 % es de origen nacional. También exportamos productos a República Dominicana, Perú y Bolivia.

¿Siendo una empresa transnacional, cómo llega un quiteño a la cabeza de la empresa en Ecuador?

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Gran parte de las cabezas en la administración eran colombianos, pero yo llego como a tomar la posta dentro de una serie de cambios que se dan priorizando personal ecuatoriano. Mi trayectoria ha sido básicamente con productos de consumo en empresas colombianas y ecuatorianas, con marcas líderes en el mercado. Hubo un concurso en el que una compañía realizó la selección gerencial, justo antes de la pandemia. Yo llego a reemplazar a Gustavo Rubio, que estuvo por 20 años en la empresa.

¿Cuáles fueron entonces los retos y lecciones que sacó en la pandemia?

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Cuando empieza la pandemia todo el mundo compartía las mismas interrogantes. En el caso de Familia, queríamos garantizar la sostenibilidad del negocio a partir de cuidar de nuestra gente y garantizar la entrega de soluciones para los consumidores. Lo primero era tomar protocolos que garanticen la salud de nuestros colaboradores y seguir entregando las soluciones del cuidado e higiene. Había retos propios del abastecimiento y debíamos atender más eficientemente a través de medios digitales, manejar productos que estuvieran al alcance del consumidor.

¿Y cuáles fueron los resultados, porque hubo muchos que tuvieron complicaciones?

Hubo ciertos negocios que tuvieron mayores inconvenientes. Otros negocios se modificaron por el comportamiento natural. Por ejemplo, en los primeros meses de la pandemia la gente demandaba papel higiénico, sin una aparente razón. Entonces, se tenía que cubrir la demanda, pero luego se debía esperar a que se desaloje todo ese papel adquirido; por tanto, la demanda se volvía lenta. Con todo eso nos fue bastante bien, no hubo crecimiento pero pudimos mantener los números que se esperaba en esas condiciones. Al pertenecer a una empresa global en la Bolsa de Estocolmo, tiene unos parámetros de cumplimiento. Ahí se da el arte de cumplir con una meta, en un mercado cambiante, retador, con un consumidor que estaba cambiante, y aparte del tema laboral había que responderle de manera proactiva al consumidor.

¿Cuáles fueron esos nuevos productos?

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El más exitoso del año pasado es un producto triple hoja de tres rollos que cuesta un dólar. Este se encuentra en tiendas y mayoristas, justamente atendiendo al tipo de consumidor que tiene una menor capacidad adquisitiva. También lanzamos la Familia Green 100 % de fibra reciclada, con el empaque 100 % reciclable, con el 85 % del empaque que debe provenir de fuentes renovables. Este producto cumple con las expectativas del consumidor que gusta de proteger el ambiente. Además entregamos el 5 % de lo que se obtiene a una asociación de los recicladores en Ecuador. Debo destacar que Ecuador es un país que tiene un potencial increíble para reciclar, pero solo recicla la décima parte de lo que se podría. Nosotros en nuestras plantas reciclamos el 80 % de lo que se recicla en Ecuador.

¿Cuáles son los nuevos proyectos planificados para los siguientes años?

Todos los proyectos o nuestro giro de negocio está vinculado a la sostenibilidad. Lo primero es garantizar que nuestra tecnología está alineada a garantizar a reducir los residuos, el consumo de agua de fuentes no renovables, incrementar el uso de fuentes renovables, ampliar nuestra capacidad para captar el interés de consumidores que están interesados en tema diferenciales, a través de garantizar que en nuestros lugares de trabajo haya seguridad en los procesos para que estén en perfecto estado de salud, planes para garantizar la equidad. Acabamos de cerrar un acuerdo con Cervecería Nacional: alrededor de 500 toneladas anuales de etiquetas, un poco más de 40 toneladas por mes, esto que antes era basura será materia prima para papeles absorbentes, este mes empezó.

¿Cómo ven la viabilidad de crecimiento y de sostenibilidad con los problemas políticos en el país que generan incertidumbre?

Grupo Familia tiene una visión optimista, estamos alejados de cualquier percepción negativa del desarrollo de la vida y creemos que nuestra responsabilidad es atender a un consumidor cambiante con nuevos retos. Claro que nos preocupan temas relacionados con la institucionalidad, pero nos dedicamos a pensar de manera optimista: qué podemos hacer con lo que tenemos en nuestras manos. Nosotros pensamos que si el mundo cambia no nos paralizamos, sino que abrazamos el cambio y caminamos con él.

¿De los 48.000 empleados que tiene la empresa a nivel mundial, cuántos están en Ecuador?

En el país somos 1.000 trabajadores, en dos operaciones: 800 personas del Grupo Familia, de estas 500 están en Cotopaxi, es una empresa importante dentro de la contribución a la provincia, y en el caso de Impaecsa son unas 200 personas. (I)