El Ecuador participará en los ensayos clínicos para la vacuna sintética Covax, contra el coronavirus, anunció el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, tras ratificar que el consumo de dióxido de cloro no está autorizado como medicamento para contrarrestar el efecto del COVID-19.

El funcionario acudió a la Comisión de Fiscalización para dar a conocer las acciones realizadas por el ministerio respecto del control de la pandemia y además indicar los resultados sobre la aplicación de la Ley Humanitaria.

Al responder las inquietudes de los asambleístas sobre la falta de insumos médicos en sus provincias para controlar los contagios, el ministro Zevallos manifestó

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Además contó que se está trabajando con la Cancillería para que en todas las organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ecuador tenga acceso a las vacunas de manera preferencial.

Además dijo que hay una iniciativa de varios países, liderada por Ecuador, Costa Rica, Colombia, Chile y Bolivia, para que el acceso a las vacunas para el COVID-19 se lo haga de manera preferencial y no quedarse a la cola. El término solidarity será usado por estos países para acceder de manera oportuna, justa y con precios razonables a la adquisición de las vacunas AstraZeneca de Oxford .

Ante la Comisión, Zevallos dijo que hoy (ayer) suscribiría para que los ecuatorianos puedan participar en ensayos clínicos de la vacuna Covax, de tal manera que se acelere el proceso de comercialización, y que al ser sintética tiene la menor cantidad de efectos colaterales.

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Lo mismo, dijo, se ha hecho con los Estados Unidos, que conjuntamente con Alemania trabajan en una vacuna; también se ha enviado la propuesta de aceptación para beneficiarse de la vacuna que produce China, que contiene tres dosis.

“Estamos haciendo todos los esfuerzos para conseguir la vacuna e iniciar con una de ellas los ensayos clínicos en población ecuatoriana, tal como lo está haciendo en Brasil”, subrayó el ministro.

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Recalcó que el país deberá pelear los precios y el monto de vacunas que se asignará, y para ello se está preparando un plan de contingencia para la distribución en poblaciones que son prioritarias; por ejemplo, los médicos, enfermeras y auxiliares de Enfermería que están en primera línea recibirán la vacuna en primera instancia; después vendrán policías y Fuerzas Armadas; poblaciones vulnerables como las personas de más de 65 años de edad.

En torno al uso del dióxido de cloro, el ministro de Salud insistió en que ese producto no está autorizado su uso para combatir el coronavirus; y que sorprende que diez obispos firmen una carta sin tener un elemental sustento epidemiológico y evidencia científica; que es el equivalente a que un médico diera misa a lo que los obispos recomiendan para el uso del dióxido de cloro.

En el mundo no existe evidencia científica de que el dióxido de cloro tenga alguna repercusión a que no sea la toxicidad al ingerir el cuerpo humano, pues ese producto es muy bueno para limpiar superficies y piscinas.

Además aclaró que solo son esos diez obispos los que están en esa posición de usar el dióxido de cloro, pues el nuncio apostólico, es decir, el representante del papa en el Ecuador y otro grupo de arzobispos de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana están completamente en contra de las manifestaciones expresadas en la carta emitida ese grupo de obispos.

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Dijo que en el uso de dióxido de cloro existe un afán comercial y que la Arcsa no lo aprobará, mientras no haya una comprobación científica.

Faltan intensivistas en todo el país y existen 28 hospitales en todo el país con decenas de personas que se han beneficiado de capacitaciones dirigidas por intensivistas para que médicos generales e internistas puedan atender a pacientes con infección respiratoria aguda.

Respecto de la situación de Quito, el ministro dijo que el sistema sanitario de la ciudad no está colapsado a pesar que la demanda de pacientes. (I)