China prohibirá las bolsas de plástico en las grandes ciudades así como los sorbetes de un solo uso en restaurantes para finales de año en un intento de reducir los desechos.

El país, uno de los mayores productores y consumidores de plástico del planeta, pretende reducir un 30% el uso de vajilla y utensilios de plástico en la industria de la comida para llevar en las mayores ciudades del país en cinco años.

En un documento publicado el domingo, la Comisión para la Reforma y el Desarrollo Nacional y el ministerio de Ecología y Medio Ambiente (NDRC, según sus siglas en inglés) anunciaron que para final de año quedarán prohibidos la producción y la venta de poliestireno expandido desechable y los utensilios de plástico en restaurantes.

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El plan también es prohibir los sorbetes no biodegradables de un solo uso en la industria de la restauración este año, mientras los hoteles deberían restringir el uso de productos plásticos desechables para 2022.

Décadas de rápido crecimiento y creciente consumo han generado ingentes cantidades de desechos en el país de 1.400 millones de habitantes.

En 2017, China generó 210 millones de toneladas de desechos, según datos del Banco Mundial, que advierte que para 2030, estos podrían elevarse a 500 millones de toneladas anuales.

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Ma Jun, director de la ONG Instituto de Asuntos Públicos y Medioambientales, dijo a la AFP que las medidas llegan más de una década después de que China prohibió en 2008 a los comercios entregar bolsas plásticas gratuitas.

Pero el comercio en línea y la comida para llevar se han multiplicado desde entonces, cambiando los hábitos de los consumidores y generando un uso de plástico sin precedentes, agregó.

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La NDRC dijo que el nuevo plan abarca todos los aspectos de la producción de productos de plástico, utilización y desechos, y allana el camino para establecer un "mecanismo de control de la contaminación de plástico a largo plazo".

Implementación

Las autoridades esperan poder controlar efectivamente para 2025 la contaminación de plásticos y reducir la cantidad de desechos en los vertederos de ciudades clave, además de establecer un sistema de gestión.

Pero Ma advierte que mientras las últimas medidas son "más amplias" que antes, la clave está en la implementación y China tiene que aprender de experiencias pasadas.

"La última vez las autoridades hicieron bien en que los grandes comerciantes pusieran fin (al hábito) de ofrecer bolsas de plástico gratuitas", dijo. "Hoy, tienen que trabajar con las plataformas de internet para implementar la regulación".

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También hay límites para la prohibición, recordó, ya que las bolsas de plástico ultrafinas siguen siendo utilizadas pese a que han sido prohibidas en regulaciones previas.

Las nuevas prohibiciones también contemplan los envoltorios de plástico que utilizan los servicios postales, un área de impresionante crecimiento en la última década en el floreciente sector del e-comercio en China.

Los centros de envío postal en ciudades como Pekín, Shanghái y Jiangsu prohibirán el uso de envoltorios plásticos no biodegradables y bolsas de plástico desechables para finales del 2022.

Más de 2.300 millones de paquetes fueron enviados el año pasado coincidiendo con la orgía consumista del Singles Day (Día del soltero), según la autoridad postal de China.

En lugar de las bolsas de plástico, China está promoviendo alternativas como bolsas de tela, papel o biodegradables en comercios y supermercados.

El documento también pide a las empresas que operan en sectores como el comercio en línea o la entrega de alimentos que utilicen nuevos modelos de negocio y trabajen con los vendedores para reducir los desechos de plásticos.

El año pasado, Shanghái lanzó el programa más ambicioso del país para separar la basura y reciclarla, con el objetivo de replicarlo por otras ciudades.

En 2018, China prohibió ciertas importaciones de desechos de otros países que durante años aceptó reciclarlos en su tierra, en un intento de acabar con el movimiento mundial de basura.

China no es el único país que trata de controlar los niveles de desechos plásticos.

La Unión Europea y el Parlamento Europeo también votaron a favor de prohibir a partir de 2021 el plástico de un solo uso como sorbetes, cubiertos y bastoncillos de algodón.

La Comisión Europea estima que cerca del 70% del plástico acaba en los océanos, matando a especies como tortugas, focas, ballenas, pájaros marinos, peces y mariscos y termina incorporándose a la cadena alimentaria humana en la forma de microplásticos. (I)